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Marta Ferrusola, en el Parlamento catalán: "Pero si no tenemos ni cinco"

La esposa del expresidente de la Generalidad abronca a la cámara: "Cataluña no se merece esto".

La esposa del expresidente de la Generalidad abronca a la cámara: "Cataluña no se merece esto".
Marta Ferrusola durante su comparecencia | EFE

Al igual que su esposo, Marta Ferrusola comenzó diciendo que se acogería a su derecho a no responder a los diputados de la comisión Pujol, pero acabó por contestar lo que quiso y creyó que le convenía. Ferrusola, una mujer de carácter enérgico intentó pasar por una sencilla ama de casa, empresaria en sus ratos libres, que jamás se presentó a un concurso público de la Generalidad, que nunca se metió en política y que no tiene ni idea de bancos, cuentas en el extranjero o de los negocios de sus hijos.

Dejó, eso sí, frases para la historia y momentos cumbre del parlamento catalán. "No tenemos ni cinco". "Sólo he ido a Andorra a esquiar", "hay más gente que nos quiere que la que nos juzga" o "el Ferrari que se compró mi hijo estaba completamente desballestado y luego lo mandó arreglar", fueron algunas de las perlas fuera de guión previas al estallido de ira a cuenta de una serie de preguntas del diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa.

"Me da mucha pena este diálogo; Cataluña no se merece esto", espetó Ferrusola a Carrizosa. Fue una salida de tono tras explicar con aires de suficiencia que una "deixa" (entrega) no es lo mismo que una herencia. El relato fue el siguiente: "Usted es muy joven; le explicaré. Antes se dejaba un papel en un cajón con un papel en el que se decía 'cuando muera hay unos dineros para vosotros en tal sitio'". Carrizosa hurgó en la cuestión e inquirió por las razones para no avisar a su cuñada, Maria Pujol, de la existencia de ese dinero y se topo con una apología de la omertà: "Si no quieres que el polvo se levante, mejor no hablar", sentenció la mujer de Pujol.

También se mostró irónica cuando se le preguntó por los escoltas armados que le acompañaban en sus viajes a Andorra, a lo que Ferrusola dijo: "Sí, iban armados hasta los dientes, con cuatro fusiles, seis escopetas y un tanque". La esposa de Pujol se contradijo sobre el número de veces que había ido a Andorra. Primero dijo que tres, después que cuatro y luego que en diez ocasiones y siempre a esquiar, nunca a gestionar nada que tuviera que ver con el "legado" de su suegro, de cuya gestión negó saber nada.

En lo que no se contradijo ni contradijo a su marido fue en el ataque contra Ramon Pedrós, el que fuera jefe de comunicación de la Generalidad durante la mayor parte del mandato de Jordi Pujol. Pedrós afirmó en la sesión de la comisión de la semana pasada que la esposa de Pujol tenía por costumbre pedir favores para sus hijos y que eso llegó a ser un "problema" para algunos consejeros autonómicos. "Pedrós miente largo y tendido", sostuvo la esposa de Pujol, que fue masajeada en la última intervención por la diputada de CiU Meritxell Borrás, que reivindicó la acción de gobierno de Pujol y elogió el papel de su mujer. Doña Marta Ferrusola se despidió de ella con dos besos tras haber llegado a decir que el "único" negocio que tuvo con la Generallidad fue poner plantas en el despacho de su marido "y fue un regalo". Sobre la facturación de Hidroplant, la empresa de la que era titular y facturaba a la Generalidad, dijo no saber nada. "Hace tiempo que la vendimos". En cuanto a los viajes a Andorra, David Fernàndez cerró la cuestión con el anuncio de que los Mossos d'Esquadra no guardaban registros de la época de Pujol.

Era la segunda vez en una misma tarde que un miembro del clan Pujol se burlaba del parlamento catalán. Y aún quedaba la tercera comparecencia, la de Jordi Pujol i Ferrusola, el primogénito. En teoría, también sin respuestas.

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