Era previsible. El presidente del Gobierno iba a atacar de forma velada a los dos grandes protagonistas políticos que amenazan con arrebatar al PP las mayores cotas de poder de las que ha disfrutado en democracia. Y así ha sido.
Primero le tocó el turno a Ciudadanos. Mariano Rajoy resaltó una y otra vez durante la primera parte de su discurso que gracias a su Ejecutivo España no fue rescatada. Respondía así al famoso artículo de 2012 en El País del economista Luis Garicano, fichaje estrella del partido de Albert Rivera, en el que instaba a pedir el rescate. La pasada semana, sin ir más lejos, la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría sacó este asunto en rueda de prensa del Consejo de Ministros. Y Garicano le contestó.
"La gran medida de política social de la legislatura fue evitar el rescate, la mejor", ha incidido Rajoy una y otra vez para después anunciar una Ley de Segunda Oportunidad igual que la que presentó Ciudadanos.
Podemos ha sido el otro gran protagonista que ha sobrevolado el Hemiciclo. Para espantar este fantasma Rajoy ha recurrido al discurso del miedo: lo que puede pasar si no se vota al PP en las próximas elecciones y se opta por "ventoleras ideológicas". El jefe del Ejecutivo ha criticado a los que afirman que los sacrificios se les podían haber evitado a los españoles: "además de ser falso, es la mejor manera de preparar la tierra para que la siembren con éxito los demagogos".
"El Estado del Bienestar, sus pensiones, Sanidad, Educación no se lo regala nadie (a los ciudadanos) y son inseparables de nuestra recuperación económica. Con demagogia no se mantiene el Estado del Bienestar, dicho de otra forma, se destruye", ha afirmado. "No se puede salir adelante con el dinero ajeno, porque eso no ha sido posible nunca en la historia y no vamos a cambiar ahora siglos y siglos de historia. Cuando está en juego el bienestar de todos, conviene ser prudentes con lo que se dice", ha dicho en otra clara referencia al partido de Pablo Iglesias.
En esta misma línea, Rajoy ha concluido su discurso advirtiendo de los peligros que conllevaría -según él- votar a otras opciones políticas, lo "temerario" que sería. Justo ahora, "cuando se despeja el horizonte". Por lo que "acelerar la marcha solo depende de nosotros".
Ya en el cara a cara con Pedro Sánchez, Rajoy nombró directamente a Pablo Iglesias hasta en dos ocasiones, mientras el líder del PSOE omitió a Podemos y C´s. "Usted piensa más en el señor Iglesias que en los problemas de España", le dijo primero Rajoy sin venir a cuento. Y después volvió a colar una frase muy parecida: "Yo ya no sé si le preocupa más el señor Iglesias o la señora Díez".