"Derribaré Can Vies, impediré la construcción de una gran mezquita y pondré la ciudad al servicio de los ciudadanos y no al servicio de la
indepedencia". Así de tajante se mostró este sábado el líder del PP en
Barcelona y candidato a la alcaldía, Alberto Fernández, ante las casi
setecientas personas que asistieron al acto de proclamación.
El dirigente popular se comprometió a no negociar con la izquierda
antisistema, como ha hecho el actual alcalde, el nacionalista Xavier
Trias, y a derribar el edificio de "Can Vies" que los "okupas" han convertido en un símbolo de "resistencia" ante la
pasividad del todavía alcalde.
Igual de firme se mostró en contra de que Trias convierta la plaza de
toros de la Monumental, en desuso por la prohibición de los toros en
Cataluña, en una gran mezquita. La elaboración de un informe por
encargo del alcalde avala la "necesidad" de construir un gran centro
islámico en Barcelona, a lo que Alberto Fernández se opone, sea cual
sea el emplazamiento.En relación al reto separatista y a las
"estructuras de Estado", el dirigente popular resumió: "El estado que
más preocupa a los catalanes es el Estado Islámico".
El PP de Barcelona presentará un plan de choque municipal contra el
desempleo, reducir las más de 600 normas municipales que afectan la
actividad de empresarios, emprendedores y comerciantes y que implican que el tiempo medio para abrir un negocio en la capital catalana sea de 193 días.
Alberto Fernández afirmó también que dará un "giro social" a la
política municipal, que Barcelona dejará de estar al servicio del
independentismo y que priorizará la creación de empleo y la reducción
de los desequilibrios de renta entre los barrios de Barcelona. Un
programa sin "chistera", apuntó, que pretende recuperar la ciudad para
los barceloneses y que las arcas municipales dejen de financiar el
proceso separatista.
En materia de inmigración, el dirigente popular advirtió que los
inmigrantes "deberán entrar en Barcelona por la puerta, pero no por la
puerta de atrás sino con los papeles en regla".