Las Marchas de la Dignidad vuelven este sábado a Madrid. Sus organizadores las han presentado este miércoles en una rueda de prensa en las que se han mostrado "conscientes" de que, con el auge de Podemos, la participación será previsiblemente menor, y le han mandado un mensaje a Pablo Iglesias: "No hay salvadores".
Desde Podemos, por su parte, algunos de sus dirigentes han apoyado estas marchas, aunque aclaran que "no habrá representación en la manifestación como partido, sino de manera individual". Una de las razones es que no quieren verse ligados, en el caso de que se produzcan, a incidentes como los ocurridos el año pasado.
Distancia con Podemos
Por su parte, en esta presentación, el portavoz de la plataforma, Javier García, también ha querido marcar distancia con Podemos y ha recordado que ellos llegaron "antes". A la pregunta de si tienen miedo de que el crecimiento de Podemos les vaya a restar fuerzas este sábado, ha explicado que ellos están "planteando una movilización continuada en el tiempo, no estamos hablando exclusivamente de un hito", ha afirmado, recordando así la manifestación del 31 de enero de Podemos, la cual el partido de Iglesias presentó, precisamente, como un hito.
Pero aquí no ha quedado la cosa. "Entendemos que no hay cambio real, cambio de estructura, si no hay movilización en la calle, si no hay nervio desde abajo", afirmaban. "Y es importante que la gente entienda que los cambio se producen porque la gente se mueve, protesta, no hay salvadores", decían al ser preguntados por Iglesias.
"Tenemos que conseguir las cosas con nuestra movilización, con nuestra organización, y ese es el mensaje de las Marchas de la Dignidad", finalizaba.
Siguen sin condenar los actos violentos
También ha recordado la Marcha del año pasado, la que dejó 101 heridos, 67 policías y 37 manifestantes, tras un altercado que comenzó cuando un grupo de personas de la Marcha intentó acceder a la calle Génova, sede del PP.
A pesar de ello, los organizadores de esta Marcha, no condenan estos actos violentos, y han insistido en que "la movilización del año pasado fue totalmente pacífica hasta que hubo un operativo de rompimiento del acto por parte del Gobierno". "La movilización fue pacifica hasta que se produjo un incidente al final, que se solvento de mala manera con la utilización por parte del Gobierno de los antidisturbios. Una utilización política para destruir una movilización popular, obrera, ciudadana que no había tenido problema hasta ese momento".
Asimismo, añadieron que estas movilizaciones finalizan el 21 de marzo en la plaza de Colón, después de que un total de ocho rutas procedentes de todo el territorio nacional se unan en el centro de la capital para exigir 'Pan, trabajo y techo', lema de su campaña. Aunque la iniciativa tendrá su colofón "real" en una huelga general en octubre.