La relación entre la previsible presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, no ha empezado con muy buen pie. Si bien es casi una tradición que haya tensión entre los regidores del Palacio de Cibeles y la Real Casa de Correos.
El roce entre las dos políticas madrileñas ha venido a cuenta del uso del transporte oficial por parte de los cargos públicos. Carmena ha rechazado ir en el coche de la administración y ha elegido desplazarse en transporte público a los actos oficiales. Una decisión con la que Cristina Cifuentes no parece comulgar y lo ve como un gesto de marketing.
"Yo creo que no se debe hacer demagogia con estos asuntos. Yo cuando vi una foto de la señora Manuela Carmena viajando en metro con un fotógrafo me parece que muy espontáneo no es", ha dicho la popular este viernes en la Asamblea de Madrid, tras la firma junto al portavoz de Ciudadanos del acuerdo que permitirá que sea investida como presidenta regional el próximo 24 de junio.
Cifuentes ha criticado que se utilicen "medios oficiales" para usos indebidos y ha defendido que ella es usuaria del transporte público. Ha explicado que "los ciudadanos me ven de manera habitual utilizando el metro y el autobús sin nadie que inmortalice el momento".
Por último, la previsible presidenta madrileña ha señalado que la alcaldesa de la capital "tiene la autoridad y potestad de hacer lo que a ella le parezca", a lo que ha añadido que ella a lo que va a dedicar su tiempo es a gobernar a los madrileños.