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Ofrecerse o no a Ciudadanos, el futuro inmediato de UPyD

Lozano abogará por la unión con los de Rivera y Herzog por la "autonomía" del proyecto magenta.

Lozano abogará por la unión con los de Rivera y Herzog por la "autonomía" del proyecto magenta.
Rosa Díez, Gorriarán, Irene Lozano y Toni Cantó en una imagen de archivo | EFE

Se acerca el 11 de julio, cuando se celebrará el congreso de UPyD que elegirá al sucesor de Rosa Díez. Aunque en realidad lo que definirá el cónclave es si la formación magenta insiste en el cerrojazo a cualquier unión con Ciudadanos defendido a capa y espada por Díez en el último año o por el contrario se abre a una unión con los de Albert Rivera tras haberla rechazado durante siete años, la última vez el pasado otoño.

Lo primero lo defenderá la candidatura oficialista, que encabezará Andrés Herzog, y lo segundo la encabezada por la diputada Irene Lozano, que este viernes ha conseguido sumar un importante activo como número dos: el del ex diputado Toni Cantó, quien dio un paso atrás antes de concurrir a las autonómicas de Valencia, como le hubiese correspondido tras haberse impuesto en las primarias. Lozano, cuya candidatura se reivindica como la de los "renovadores" tiene además el respaldo del que fuese portavoz del partido en la Asamblea de Madrid, Luis de Velasco.

Se trata, por tanto, de la lista de los críticos, que en los últimos días ha realizado dos importantes denuncias: la primera por escrito y ante la Comisión de Garantías, pidiendo la destitución de Díez y toda su Ejecutiva por haber "espiado" las comunicaciones de Lozano y otros dirigentes como el hoy diputado en Asturias por Ciudadanos, Ignacio Prendes, y la segunda en un comunicado donde se acusaba a la todavía líder magenta de "organizarse una fiesta de despedida" en el congreso e impedir durante el mismo las intervenciones de los candidatos.

Al margen de estas disputas -es poco probable que se nombre una gestora aunque podrían modificarse algunos aspectos del funcionamiento en el cónclave, en el que votarán todos los militantes a través de urnas en toda España- el 11 de julio dirimirán sus diferencias en las urnas quienes creen que un partido que ha perdido buena parte de su poder institucional y que está en una difícil situación económica, negociando un ERE con sus empleados, puede continuar como "proyecto autónomo" expresión escuchada multitud de veces en boca de Díez, y quienes, por el contrario, abogan por tender la mano a los de Rivera.

Obviamente, esta última opción presenta varios problemas, entre ellos el de saber si en la formación naranja están por la labor después de haberlo intentado tantas veces. Fuentes de la candidatura de Lozano admiten que la discusión ya no es tan de "igual a igual" como cuando en otoño se reunieron dos veces las cúpulas de los dos partidos e incluso se creó un grupo de trabajo conjunto. Sin embargo, confían en que Rivera entienda que las siglas magenta aún pueden aportar a una hipotética unión, sobre todo con los problemas de estructura que las elecciones municipales han demostrado en Ciudadanos, que cuenta por decenas los concejales o candidatos expulsados. Una situación que podría ejemplificarse en Valencia, el lugar de donde no en vano proviene Toni Cantó. Otro de los "renovadores" destacados es David Devesa, cabeza de lista por Alicante en las últimas autonómicas, tras ganar las primarias con casi el 70% de los votos.

La gran ausente de este proceso precongresual es Rosa Díez, que estos días limita su actividad a la portavocía del grupo de UPyD en el Congreso, donde aún comparte bancada con Irene Lozano, la mujer a la que introdujo en política, con la que casi ni se saluda y que podría ser su sucesora al frente del partido.

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