Si durante las últimas semanas el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha sido el blanco de las críticas de los socialistas en la sesión de control del Congreso, este miércoles el PSOE ha cambiado de objetivo y se ha centrado en el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, por el cese de dos comisarios, Telesforo Rubio y Miguel Ángel Santano, tras reunirse con el diputado socialista, Antonio Trevín, en bares cercanos a la Cámara Baja.
Nadie niega esas reuniones aunque desde el Partido Socialista no dan detalles de los asuntos que allí se trataron. Da la causalidad de que Trevín es el portavoz de Interior del PSOE en el Congreso y que los comisarios cesados formaron parte de la dirección de la Policía Nacional durante los gobiernos de Zapatero. Santano fue además el responsable de la policía científica durante la investigación del 11-M y Rubio fue Comisario General de Información en esa época hasta 2011. Incluso fue citado a declarar como testigo en el juicio por el chivatazo del bar Faisán.
Así las cosas, ha sido el propio Antonio Trevín el que ha preguntado en la sesión de control a Jorge Fernández Díaz por este asunto. Más que preguntarle, ha acusado al ministro del Interior de espiarle: "en la época de la dictadura se reservaba una parte de la policía para espiar a la oposición. Pero en una democracia los diputados de este Congreso tenemos que tener la libertad para reunirnos con los ciudadanos que sea necesario para nuestro trabajo", le ha espetado. Además ha pedido al ministro que "reponga" a los policías cesados y que le asegure que "al salir del hemiciclo no voy a ser espiado en ningún caso".
"Comprenderá usted que tengo cosas más importantes que seguirle y espiarle", ha contestado el ministro del Interior que, molesto por la acusación, ha señalado que el cese se ha realizado dentro de la legalidad al ser cargos de libre designación y que los policías se pueden reunir cuando quieran y donde quieran "pero siempre de la forma adecuada".
Además el ministro ha recordado a los socialistas que Alfredo Pérez Rubalcaba también cesó a un policía por reunirse con un miembro del PP, en este caso la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal. Según Jorge Fernández Díaz fue en 2010 y el entonces titular de Interior "fulminó" al comisario jefe de la unidad de escoltas por hablar con Cospedal precisamente de su protección como número dos del Partido Popular.