Nueva ola de calor, aunque eso de 'nueva' haya que cogerlo con pinzas porque las altas temperaturas apenas dieron un respiro un par de días de esta semana. Pero lo que se avecina pinta mal, muy mal. Los termómetros irán subiendo progresivamente a lo largo de este fin de semana, superándose el domingo los 40 grados en el valle del Ebro y del Guadalquivir.
No será el peor día. La ola de calor llegará previsiblemente el lunes a su apogeo, con unas temperaturas que en muchos lugares serán las más altas del verano. Ciudades como Córdoba y Andújar (Jaén) llegarán hasta los 44 grados. No muy lejos de estos valores se quedarán en amplias zonas del valle del Ebro y Zaragoza batirá con toda probabilidad su récord de temperatura con 42 grados.
La zona centro del país no se librará obviamente de este calor sofocante. Madrid vivirá una jornada infernal, alcanzándose sin problemas los 40 grados. Castilla- La Mancha y Extremadura también sufrirán este calor. En general, el mercurio registrará máximos históricos en cualquier punto del país. La Meseta Norte también estará cerca de esta barrera de los 40 y Navarra, La Rioja y puntos del interior del País Vasco rondarán asimismo este valor.
Hasta el momento, este periodo de temperaturas extremadamente altas, ya ha dejado registros de hasta casi 44 grados en España y de más de 40 en Francia, así como temperaturas rércord en algunas ciudades como Londres.
Según un experto de la organización internacional dependiente de Naciones Unidas, Omar Baddour, esta ola de calor se debe a la existencia de un sistema de bajas presiones en el medio del Atlántico y otro de altas presiones en el este del continente, y en el medio "se crea un pasillo que permite al aire caliente del Sahara subir hasta Europa", recoge ABC.
Solo a partir del martes, la entrada de vientos de componente norte, provocarán un descenso en los valores del mercurio en la mitad norte del país. No está muy claro aun si este respiro dará una tregua algo mayor que la de esta semana o, por el contrario, será un episodio pasajero. Lo que sí parece claro es que el calor seguirá apretando en el suroeste peninsular.