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Marhuenda da palmas con las orejas con el cabreo del "déspota pableado"

Lo de Grecia se alarga y a Pablo Iglesias le surge un problemilla.

El Mundo cierra el acuerdo antes de que se produzca. "Acuerdo in extremis para que Grecia no abandone el euro". "Tsipras capitula y atraviesa todas sus líneas rojas. Acepta que no haya quita de deuda". Y es que El Mundo está emperrado en que Grecia se quede en el euro. "Sólo un iluso podría pensar que lanzando un órdago a Europa, la pequeña Grecia lograría un tercer rescate con unas condiciones más ventajosas" y lo que le ha pasado es que el Eurogrupo "ha jugado esa baza para imponer condiciones más duras. Atenas ha aceptado todas las exigencias" a cambio de quedarse en el euro. Dice David Jiménez que no estén tristes los griegos, que "Grecia tiene motivos para celebrarlo". Y la UE, bueno, debería tirar cohetes porque "permitir que el país heleno abandone la moneda única habría sido un fracaso político y una grave amenaza para la estabilidad de la eurozona". "La situación es difícil. Pero por el bien de todos, es imprescindible acercar posturas y lograr un acuerdo que dé garantías a los países acreedores y cierto margen a Atenas para reflotar su economía".

Federico Jiménez Losantos no lo ve tan sencillo. "La irresponsabilidad es el cáncer ético de Europa. Pero hay políticos que han aprendido a surfearla y rentabilizarla. La fórmula es la simplificación: banalizar un problema complejo ofreciendo soluciones fulminantes, mágicas". Y toma como ejemplo la entrevista de Marine Le Pen en El País en el que se alegraba del No en el referéndum griego y culpaba de todos los males de la tierra a la UE, el BCE, la Troika... "No dice que gracias a esa UE que quiere abandonar con un referéndum a la griega, Francia lleva setenta años sin arruinarse para matarse con Alemania... hasta que llegan los americanos. ¡Solo 27 años desde provocar la I Guerra Mundial a rendirse en la II! ¿Y no ha ganado nada Francia con la Unión Europea?". Cuánto desagradecimiento hay por el mundo.

El País dice que "Grecia acepta más condiciones para seguir en el euro", pero al contrario que El Mundo dice que "la reestructuración de la deuda llega a la mesa de los líderes". Vamos, que queda la duda de si se harán o no un simpa. John Carlin les llena de buenos consejos a los griegos para que sean independientes y libres como pajarillos. "Los griegos pueden mirarse en el espejo, reconocer sus limitaciones, dejar de engañarse a sí mismos, aceptar quiénes son y entender que su lugar por naturaleza no es en los cielos de la eurozona sino solos, a su manera, en la agreste y noble tierra helena. Para el bien de ellos y de todos los europeos deberían redefinir su noción de orgullo patrio, retirarse voluntariamente de lo que se ha vuelto para ellos la tiranía del euro y buscar su propio destino en la independencia y la libertad". Así que hala, hala a hacer las maletas y a volar.

ABC: "Europa pone muy cara a Grecia su continuidad en el euro". "La total desconfianza en Tsipras lleva a la UE a exigirle un severo paquete de ajustes que debe aprobar en el Parlamento heleno en 72 horas". Dice Bieto Rubido en su Astrolabio que Grecia se parece más a un "zoco árabe, donde el más charlatán se lleva el gato al agua" que a la Grecia clásica de la democracia. "El discurso de los vendedores de crecepelos y carromatos ideológicos de la prehistoria solo sirve para relentizar el impulso de un hermoso y prometedor proyecto en el que no creen, pero del que se quieren aprovechar para ganar tiempo, dinero y excusas ante una sociedad a la que ha arruinado para varias generaciones. Tal vez haya llegado la hora de que -sin nigún tipo de complejos- se señale con el dedo a todos aquellos falsos profetas del progreso que nos detienen el futuro", dice un Bieito demasiado acomplejado para hablar claro. En el editorial dice que no es "aceptable" que Grecia salga del euro. "Grecia forma parte de Europa y Europa no puede renunciar a una parte que les es propia". Y, con una puerilidad impropia de un periódico tan mayor, dice que lo que hay que hacer es "desenmascarar el carácter esencialmente antieuropeo de los populismos -incluyendo Podemos- que llenan sus discursos de invocaciones a una Europa distinta, cuando lo que se está diciendo es que no les importa destruir la actual". A ver si nos enteramos, en Podemos hay mucho, pero mucho, antieuropeo.

Los columnistas elucubran sobre si el discurso del miedo de Rajoy bastará o no bastará. Dice Ignacio Camacho que "el coco frentepopulista es un elemento de agitación importante pero parece improbable que vaya a funcionar por sí solo. Desgastado y con pésima valoración popular que ha empeorado con su pasividad desdeñosa, Rajoy está ante el compromiso más difícil de su muy complicada carrera política: el de convencer de que sigue siendo la mejor opción". David Gistau anda pelín despistado. "¿De verdad cree alguien que una coalición de gobierno PSOE/Ciudadanos fletaría camiones a Paracuellos, derrocaría la monarquía y en general el régimen del 78 y dejaria los supermercados desabastecidos?". Ya, Gistau, pero Rajoy no habla de PSOE/Ciudadanos. Y juraría que lo sabes.

La Razón dice que "la mitad del eurogrupo pide ya una salida temporal de Grecia". Dice el editorial, con más razón que un santo, que "la cuenta atrás para Grecia no parece acabar nunca". "La principal amenaza para Grecia es la desconfianza que Alexis Tsipras ha generado en los acreedores, que son precisamente los que ponen el dinero. El mandatario griego se ha ganado a pulso que los lideres europeos no le crean. A su historial de provocaciones, medias verdades , mentiras monumentales, incumplimientos, bravuconadas e incluso insultos se sumó el portazo y el desplante del referéndum". Un joyita, el hombre. "Cabría esperar de él un último gesto de dignidad y de servicio a su país, aunque también en esto nuestra confianza en él es muy escasa". No especifica qué gesto espera, pero me da en la nariz que es su dimisión.

Marhuenda disfruta como un enano en El Submarino con el último cabreo de Pablo Iglesias, el hombre eternamente enfadado. "Está que trina y no lo disimula. Le sale el talante más autoritario y pone a caldo a todos cuantos se marcan al nuevo partido impulsado por Alberto Garzón". Dice Marhuenda que los militantes de Podemos están hasta la coronilla y dicen que Pablo es un "auténtico déspota". Con la plataforma de Garzón se proponen "frenar el despotismo pableado". Muy ocurrente. Suerte. Muy contento te veo Marhuenda, a ver si te vas a llevar una decepción, que será muy déspota, pero tiene sorbido el seso a la gente.

La Vanguardia pasa de Grecia, que en Cataluña tienen sus propios problemas. "Los catalanes temen por las inversiones en Barcelona" con Colau haciendo de las suyas. Pues que no la hubieran votado, ahora ajo y agua.

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