El Rey se limitó a escuchar las explicaciones de Mas

Sólo la puesta en escena de la reunión entre el separatista Artur Mas y el rey Felipe VI ha trascendido del encuentro. La muy evidente mueca de seriedad del monarca junto a un dicharachero Artur Mas que se crecía cuando le preguntaban si se veía volviendo a esa misma sala en un futuro pero como el jefe de un estado independiente, y que, con una sonrisa exultante, contestaba "no comment, vengo en son de paz".

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Cuando entró Felipe VI, Mas saludó sonriente al Rey que se mostró serio y poco dispuesto a contestar los ligeros comentarios a los que dan pie los posados fotográficos.

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De la reunión no ha trascendido nada, salvo lo que cuenta la periodista Mariángel Alcázar en La Vanguardia. Dice la periodista que "el Rey se limitó a escuchar las explicaciones del presidente Mas y también, como ya ha sucedido en otras ocasiones, pudo conocer sus quejas ante el inmovilismo del Gobierno de Mariano Rajoy".

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Por otro lado, el diario ABC insiste este sábado en la información que publicaba a toda página el viernes, y que apuntaba a una creciente preocupación por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado por el interés de nacionalistas catalanes y vascos en boicotear la estructura constitucional española y la Monarquía.

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Dice este sábado ABC que "independentistas catalanes admiten que una Monarquía débil facilitaría sus objetivos". Se refiere ABC a la reacción de "Catalunya en Acció" -la que organizó la pitada al himno en la final de la Copa del Rey- a la preocupación de fuentes policiales y de la Seguridad del Estado frente a una estrategia en común de separatistas catalanes y extrema izquierda para derrocar al Rey y terminar con el régimen constitucional de 1978.

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ABC insiste en que los análisis policiales que ha consultado concluyen que en los próximos meses "asistiremos a un aumento de la presión para desestabilizar el sistema: en concreto, el día siguiente a las elecciones" está convocada una manifestación contra el Rey llamada "jaquealRey#28-S". A esto le seguiría una huelga general convocada para el 22 de octubre.

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