La campaña emprendida por el nacionalismo contra cualquier símbolo español tras su llegada al poder en cientos de corporaciones y en varias autonomías sigue aumentando. El último caso que ha desatado la polémica se ha producido en la localidad valenciana de Sueca, gobernada por los nacionalistas de Compromís.
La alcaldesa Raquel Tamarit ha ordenado a las dos bandas municipales de música de la localidad que dejen de tocar el himno de España en las procesiones. Tradicionalmente la Marcha Real se ha escuchado en miles de lugares a la entrada y salida de las tallas religiosas. La decisión de la regidora ha sorprendido puesto que el anterior alcalde, el diputado Joan Baldoví, nunca llegó a tal extremo con los himnos.
Según informa el diario Levante, el PP ha denunciado que ya en la última procesión que se ha llevado a cabo en la localidad no se ha escuchado el himno. Mientras tanto, desde el consistorio se justifican asegurando que están preparando un nuevo protocolo para los actos institucionales y que mientras tanto prefieren que no se interprete el himno de España.