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Advertencia a Pablo Iglesias en 'El Mundo': le van a "llover hostias"

Foto conjunta en las portadas y tema común en el contenido. La prensa viene uniforme, como la Diada.

Foto conjunta en las portadas y tema común en el contenido. La prensa viene uniforme, como la Diada.
Los Mossos d'Esquadra desalojan a un grupo de jóvenes independentistas que insultaban a Pablo Iglesias. | EFE

El Mundo cuenta que "un arquitecto del 3% reclamó a Mas un cargo en 12 ocasiones". Jiménez Losantos alucina con la "militarización de la sociedad civil" en Cataluña. "El nacionalismo catalán adopta una estética dominguera, de guardería, Nuremberg se disfraza de kindergarten. Los Nibelungos de Junts por el Sí recordaban al grupo catalán Parchís, creado en 1980 el mismo año en que Pujol llegó al poder y se puso a fer país, a hacer a los buenos catalanes tan obedientes al Mestre, Él, como crueles con los malos catalanes a los que deben denunciar. Y lo hacen. Por eso en Cataluña ya no se habla de política en casa. El totalitarismo rompe la familia en favor del poder político". Cree Federico que la película de Parchís La guerra de los niños "anuncia el 27-S. Pero El Señor de las moscas muestra que los niños solos en una isla se vuelven criminales. Y el oasis, patio de concentración". Hijo, qué miedo.

Al columnista Javier Blánquez le ha dolido el recibimiento que le dieron a Pablo Iglesias en Barcelona. "Le dijeron de todo menos guapo (…) A la peña separatista nunca les ha gustado Pablo Iglesias porque nadie sabe si es de fiar". Eso le pasa por contemporizar con ellos. Va a saber lo que es bueno. "Iglesias se ha vuelto un político tóxico y hasta impopular para lo suyos, un bulldog con los argumentos desgastados de tanto usarlos, un cutre que corre en chándal, tiene la casa llena de roña y oculta, a saber por qué, el interior de su cuarto de baño. Pero aunque Cataluña no la va a conquistar ni con pactos, podría tener la llave para jubilar a más (y a Mas) de uno. Le seguirán, pues, lloviendo hostias". Pues hala, hala, a probar su propia medicina.

El País abre con la crisis de refugiados. "Alemania impone frenos fronterizos ante la masiva llegada de refugiados". Ohhh, ¿se ha cansado Merkel de jugar a la madre de Europa? Que se prepare, otra a la que le van a 'llover hostias', que diría Javier Blánquez. Pablo Iglesias escribe un artículo emocionado para dar la bienvenida a Corbyn. "El Pablo Iglesias británico", titula. Desde luego el de Podemos no tiene abuela. Sobre la campaña catalana le sale la vena esquizoide y ha mandado a hacer "el diario de campaña" a un elemento que dice que los separatistas tienen que hablar con el PSOE y pasar del PP. "Fuera del PP hay interlocutores para ir fraguando una reforma constitucional que favorezca el encaje de Cataluña dentro de España, con el reconocimiento incluso de que Cataluña es una nación y España una nación de naciones". ¿Y cómo piensa este lumbreras aprobar una reforma de la Constitución sin el PP? ¿Con un cordón sanitario que tanto les gusta en el Congreso de los Diputados?

ABC, alarmado. "La candidatura soberanista plantea como primera medida no pagar impuestos". Pues como les dejen yo propongo hacer lo mismo. Dice el editorial que se trata de un "nuevo desvarío dispuesto a ser alimentado también por las CUP", que se apuntan a cualquier cosa que suene a bronca. "La pretendida insumisión fiscal forma parte del engaño masivo al que el nacionalismo pretende arrastrar a los catalanes, mientras su comunidad sigue recibiendo más inversión del Estado. Más que nunca, es imprescindible la movilización en las urnas de quienes no quieren planes disparatados para su futuro y su bolsillo". A los columnistas se les ve decaídos tras la Diada. Ignacio Camacho dice que "la secesión ha pasado de ser un proyecto a un estado de ánimo. La exclusión semántica del disidente está en marcha. Las palabras más terribles de este proceso de separación xenófoba han sido pronunciadas: españoles residentes en Cataluña. La extranjerización semántica del disidente está en marcha". José María Carrascal va más allá y ve el fenómeno como un enamoramiento. "Que los catalanes, tenidos como los mas prácticos, realistas, sensatos de todos los españoles no atiendan a razones demuestra que se hallan presos de uno de esos enamoramientos que hacen perder no sólo los sentidos, sino también la razón". Ánimo chicos, aún quedan dos semanas.

La Razón dice sin miramientos que "Merkel cierra la frontera". El editorial le da unos cachetitos. "Merkel no calculó bien las consecuencias de una decisión" de recibir a todo quisqui, pero ha reflexionado. El periódico de Marhuenda se lo pasa pipa con el escrache a Pablo Iglesias por parte de la CUP. "La izquierda populista, a la greña". "La izquierda se devora: la CUP revienta un acto a Pablo Iglesias". Ji, ji. Toni Bolaño tiene una encuesta de Sociedad Civil Catalana que explica los motivos de la depresión entre los antiindepe. Juntos por el Sí lograría mayoría absoluta sin necesidad de la CUP y además "podría tener mayoría de votos". "Una cierta desazón se respira en la hiperactiva asociación no nacionalista pero también confianza y esperanza en la palabra clave: movilización". Pues si no están movilizados ya, yo iría encargando la garita de la aduana, para qué nos vamos a engañar.

La Vanguardia dice que "Rajoy y Sánchez se disputan el electorado de las generales ". Se observa mucho cachondeíto con el incesante bailoteo de Iceta. David González dice que "Iceta está que se sale" y que se toma el 27-S "con alegría, intentando levantar de la silla a un partido que lo fue todo y puede quedar en muy poco". Antoni Pugverd es menos condescendiente. "Hay quien se pregunta de qué se ríe Iceta ahora que el barco del PSOE se va la deriva (...) Quien está siempre de broma cree que ya habrá tiempo para las cosas serias. Y sin embargo, el tiempo se acaba". Qué esaborío. Iceta, tú ni caso, disfruta.

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