Andrés Herzog, elegido este fin de semana en primarias candidato de UPyD a las elecciones generales, va a intentar encauzar en el Congreso, a través de su grupo parlamentario, la reforma del Tribunal Constitucional que el PP presentó por la vía de urgencia tras anunciarla por sorpresa a la vuelta de vacaciones su candidato en Cataluña, Xavier García Albiol. El líder magenta ya dejó claro en su momento que la modificación de la Ley Orgánica del Alto tribunal no tiene sentido tal y como la plantean los populares, pues el TC no puede tener capacidad sancionadora.
Sin embargo, Herzog cree que sin llegar a tanto se puede especificar más aún los elementos que el Estado de Derecho español tiene para protegerse de quienes pretendan incumplir sentencias, como han hecho administraciones gobernadas por nacionalistas, particularmente en materia lingüística, y como ocurrió el pasado año al colocar las urnas para el referéndum ilegal del 9-N.
Herzog ha anunciado este lunes "un texto alternativo a la reforma del Grupo Popular" y ha resumido así su posición: "Nosotros vamos a apoyar al Gobierno en todo lo que sea cumplir la Ley, pero nuestra propuesta es mejor desde el punto de vista técnico y desde el punto de vista de la oportunidad". A la espera de conocer los detalles, fuentes de UPyD apuntan a que se tratará de reforzar las vías que actualmente tiene la jurisdicción ordinaria para que no quede sin cumplir o ejecutar una sentencia del TC. Pero también de "sugerir" nuevas vías, algo en la que ya trabaja el equipo jurídico del partido, que durante estos años ha dirigido el propio Herzog con actuaciones notables de lucha contra la corrupción, como ocurrió en el caso de la antigua Caja Madrid.
Hace exactamente un año Rosa Díez iniciaba el curso político acudiendo expresamente a La Moncloa para respaldar personalmente a Mariano Rajoy ante la amenaza secesionista en Cataluña, entonces concretada en la consulta del 9-N. Aunque ese entendimiento se frustró posteriormente y la formación magenta se querelló por "desobediencia" contra Mas ante la inacción del Ejecutivo central, Herzog quiere comportarse como entonces, como el líder de un partido leal a la Constitución.