Una semana después de las elecciones catalanas, Pablo Iglesias e Iñigo Errejón se han dirigido por fin a sus seguidores para disculparse por los resultados del 27S y prometerles que las generales del 20D irán mejor.
En una carta publicada en Twitter y firmada por los dos dirigentes de Podemos, dicen que el resultado en Cataluña "no se corresponde" con el esfuerzo que ellos habían hecho en "esta cita clave". Y excusan su fracaso en que el nombre de la "candidatura era difícil", que "no contaron con todas las fuerzas y compañeros que les hubieran gustado", y que muchos, el pasado domingo, no los encontraron "entre las papeletas de los colegios electorales".
"Sabíamos que las elecciones catalanas no eran un escenario políticamente sencillo, porque llegaban atravesadas por una dinámica de polarización nacional con la que no estábamos de acuerdo y que queríamos pero no hemos sido capaces de atravesar", reza la misiva.
"Comprendemos que en medio de la guerra de banderas y la sobreactuación irresponsable de las élites de Barcelona y de Madrid este discurso tenía dificultades para sobresalir por encima del ruido. Ellos preferían el ruido para tapar sus recortes, su corrupción y su incompetencia compartida. Pero ahora viene la resaca del ruido. Por eso nuestra posición se revaloriza ante el empate catastrófico de los dos bloques sordos que sólo le han hablado, durante la campaña, a media Cataluña: ni el independentismo puede avanzar en una declaración unilateral de independencia ni Rajoy, atrincherado, miedoso y amenazante, da la talla para este reto histórico", sentencian Iglesias y Errejón, que se muestran convencidos de que han "sembrado mucho y consideramos que en Cataluña y en toda España esta posición va a retumbar en las próximas elecciones generales".
Y para aquellos, como IU, que les criticaron por adueñarse de la candidatura de Cataluña sí se Puede, y para los que recordaron que habían logrado menos escaños que ICV en solitario, lanzan un mensaje: "Con todo, el equipo de trabajo de Podemos y nuestros portavoces se echaron gran parte de la campaña electoral al hombro y estamos en condiciones de afirmar que si no hubiese sido así el resultado habría sido más modesto".
Y con la vista puesta en las generales se muestran convencidos de que "la palanca para multiplicar fuerzas y tender la mano a mucha gente distinta por el cambio político y la recuperación de la soberanía popular tiene un nombre fraguado en este año nada sencillo. Por eso Podemos será el nombre y eje articulador de la candidatura del cambio para las elecciones generales".
Tras ello entran en el terreno emocional y, dejando la modestia a un lado, afirman: "Estamos orgullosos de haber dado la cara siempre. En los momentos complicados es cuando se forja el compromiso, la militancia y el carácter. Nosotros hemos llegado hasta aquí derrochando coraje, compromiso, generosidad y atrevimiento. Y así pensamos seguir".
Los dos dirigentes de Podemos despiden la carta con una promesa "a los que dudan, a los que quieren ganar la ilusión, a los que saben que algo se mueve pero no saben si para el cambio o la restauración de los de siempre: no hemos llegado hasta aquí para ahora flaquear, no vamos a defraudar, no vamos a olvidar tantos comentarios de ánimo, tantas sonrisas; hemos nacido en la adversidad y nos crecemos en ella. Fuimos valientes al soñar un país nuevo, seguiremos siendo para construirlo, con los que ya han dado el paso y, sobre todo, con los que faltan".