"Tampoco hoy vengo a despedirme. Vengo a seguir trabajando". Nueve primeras y concisas palabras han servido a Rosa Díez para alejar el ambiente de adiós que se respiraba en el salón de un céntrico hotel madrileño, donde este sábado el Consejo Político de UPyD ratifica su programa electoral. Díez, en el momento más difícil de su larga trayectoria política, con un partido que aspira a no perder la representación parlamentaria el 20-D, se ha referido desafiante a "esas 'buenas gentes' que alaban nuestra tarea desde las tertulias en las que nunca nos dieron voz salvo para hablar de nuestros problemas". Un reproche a los medios realizado a escasos metros de los informadores que luego mitigaba Andrés Herzog con un expreso agradecimiento a los periodistas: "Sin ellos no podríamos transmitir nuestro mensaje".
Díez tentaba la suerte del engaño anunciando a los consejeros magenta que iba a explicar los "errores de UPyD" para en realidad hacer un exhaustivo manifiesto de reivindicación de su partido. "Cometimos un error", decía de modo irónico al inicio de cada frase para especificar las principales actuaciones en el Congreso y fuera de él. Y en primer lugar señalaba a la política antiterrorista: "Cometimos un error al librar en las Cortes una batalla por la ilegalización de Amaiur y de todas las marcas de ETA. Nadie quiere ya oír hablar de esas cosas; ponerse del lado de las víctimas nunca dio votos, pero ahora es además muy molesto para todo el establishment, tanto político como mediático. Llevar esa cuestión a la tribuna, obligarles a retratarse (todos contra nuestra propuesta de iniciar un proceso ilegalización), señalar al rey desnudo (ETA sigue existiendo, sus testaferros se sientan entre nosotros) fue nuestro primer gran error de esta legislatura".
En segundo lugar, ha reivindicado a UPyD como la bestia negra de la corrupción, recordando cómo Mariano Rajoy le reprochó en el debate de investidura su afirmación de que era un fenómeno "generalizado e institucionalizado" algo que, según la portavoz parlamentaria magenta, "molestó tanto a los populares como a los socialistas y nacionalistas".
Sobre esos mismos dos ejes incidía luego Herzog, que ponía en valor como actitudes del partido "haber plantado cara a ETA" o "haber llevado a los tribunales a Rato y a Blesa" a lo que añadía: "Estos no tienen pistolas, pero os puedo asegurar que tampoco se andan con chiquitas. Son muy poderosos e influyentes, conocen a muchas personas y, por supuesto, no te lo perdonarán jamás".
El "Cometimos un error" de Díez proseguía detallando múltiples aspectos de la actividad de UPyD, entre ellos la petición de reforma de la Ley Electoral, la postura contraria a los privilegios fiscales de País Vasco y Navarra o la apuesta por un "contrato único e indefinido".
Parafraseando al Nobel Vargas Llosa, Díez ha tratado de explicarse cuándo "se torció el Perú". Una incógnita que no ha dudado en despejar: "El día que llegamos a las instituciones autonómicas y locales y decidimos no adaptarnos. A los ayuntamientos y asambleas regionales como los de Madrid. Les obligamos a renunciar a sus coches, a bajarse los sueldos y a cerrar sociedades y consejos que no servían para nada. Les obligamos a mirarse en el espejo y verse feos" afirmaba Díez antes de concluir: "Nunca dejemos de parecernos en lo que hacemos al nombre que tenemos".