Presentados los recursos de amparo por parte de Ciudadanos, PSC y PP en contra de la admisión a trámite de la resolución soberanista emitida por la Junta de Portavoces del parlamento catalán, las miradas se centran ahora en el Tribunal Constitucional. Su exvicepresidente, Ramón Rodríguez Arribas, se ha expresado en los micrófonos de EsNoticia sobre los plazos y las consecuencias de la decisión que saldrá de la reunión de los magistrados prevista para mañana.
"Creo que hay que tener confianza en que hará lo que deba hacer y puede suspender cautelarmente en algún caso ese hecho, incluso con la celebración de un juicio oral", afirma en relación a la adopción de medidas cautelares que impedirían la votación sobre el proceso de independencia programada para el lunes. "Se puede hacer, otra cosa es que lo hayan pedido y lo hayan justificado. Aunque la justificación parece tan patente que con pedirlo debería ser suficiente".
Sin embargo, a tenor de los antecedentes, Rodríguez Arribas asegura que los grupos nacionalistas desatenderán el dictado del Constitucional: "No tengo dudas de que haga lo que haga el Tribunal, no van a obedecer. No solo porque me merecen muy poca confianza, sino porque lo han dicho". Ante esta previsible respuesta, apela a la formalidad, porque "ya ha llegado el momento de que las cosas se tomen con toda la seriedad que han planteado los que están desafiando al Estado, la Constitución y todos los españoles".
El 155, un artículo "para ser aplicado"
El exvicepresidente del Constitucional ha puesto en valor las herramientas de la Justicia: "hay quienes se refieren a que se abra un diálogo sobre cosas que no se deben dialogar como es la soberanía nacional o que se deba ceder en algo que no se puede ceder como es la unidad de España.". De ahí que cobre relevancia la Constitución y, en concreto, el artículo que se refiere directamente al cumplimiento de las obligaciones de las autonomías y sus instituciones.
"El 155 no está de adorno en la Constitución. Y está para en casos excepcionales ser aplicado". En vista de la celeridad del TC ante los recursos de los grupos constitucionalistas, "estamos ante un caso absolutamente excepcional como es la ruptura", afirma Rodríguez Arribas.
Reconoce que "va ser muy difícil evitar no llegar a ese extremo", que supone requerir al presidente de la Comunidad Autónoma, aunque esté en funciones para que cumpla las obligaciones que les impone la Constitución y para que atienda el interés general de España. Si no obedece, añade el expresidente del Alto Tribunal, se puede "no suspender la autonomía, que no sé por qué se repite mucho eso cuando de eso no habla el articulo 155 de la Constitución, si no intervenir".
"Intervenir significa que los que tienen allí autoridad recibirán ordenes directas del gobierno de la nación. Y esas órdenes directas suponen que quienes desobedezcan pueden ser sustituidos tranquilamente por otras personas que sí obedezcan". Una decisión de "una eficacia tremenda", ha subrayado Rodríguez Arribas, porque las posibilidades jurídicas y de hecho que tiene un estado democrático moderno de imponer su autoridad "son imposibles de resistir si de verdad se quiere hacer cumplir la ley".