Lo que más le dolió a Mas de la intervención de la jefa de oposición y lider de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, es que le acusara de "ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes". El discurso de la diputada hizo mella en el presidente en funciones. Se dudaba sobre la capacidad de Arrimadas para suplir con éxito a Albert Rivera en la cámara, pero todos los temores de C's se han evaporado en dos días. Arrimadas está muy por encima de la media de los diputados.
Por primera vez desde que accedió a la Generalidad, Mas se ha encontrado con una oposición digna de tal nombre. Arrimadas ha arrancado la legislatura con brío, descaro, en español y con argumentos inapelables. Hechos, datos, porcentajes y capacidad de réplica.
La jefa de la oposición abrió la segunda jornada del debate de investidura con un repaso en toda regla al líder convergente, al que acusó de haber emprendido la vía separatista para huir de la justicia y tapar la corrupción. La vinculación entre proceso y caso Pujol y tres por ciento también irritó a Mas. Arrimadas le espetó que si sabía distinguir entre casualidad y causalidad; que no había pronunciado la palabra "corrupción" en su discurso de investidura; que ha desconectado de la realidad jurídica, política y social; que pretende la independencia para eludir a la justicia; que "usted lo ha sido todo con Pujol"; que ha dividido a los catalanes.
No dejó la diputada ni un solo flanco por atacar del proceso separatista, de la corrupción, de la manipulación mediática, de la propaganda, de la ausencia de política y gestión, de la falta de programa más allá de la ruptura con España. Fue el suyo un discurso muy trabajado y sistemático.
Mas decidió replicar a cada grupo para tener más protagonismo. Así, comenzó condescendiente con la diputada, aludiendo a su juventud y supuesta falta de experiencia. Repitió los manidos argumentos sobre el origen "apolítico" del proceso, sobre los resultados del 27-S, de la "legitimidad del mandato democrático del Parlament". A partir de ahí subió el tono y presumió de haberse enfrentado a todos los grandes poderes del Estado, Gobierno, Supremo, Constitucional, "incluso las empresas del Ibex 35 y los grandes medios de comunicación españoles". También dijo que las operaciones judiciales contra la corrupción se habían desencadenado a causa del proceso. "Conozco cómo funcionan algunas unidades de la Policía, cómo se paga a los confidentes y por habernos puesto en este proyecto es porque tenemos problemas", llegó a decir Mas.
De poco le sirvó la réplica a Mas. En su grupo daban por descontado que Arrimadas no aguantaría el segundo round, que se había vaciado en el discurso inicial y no sabría qué responder. Previsión fallida. Arrimadas le dijo que tenía más experiencia laboral a su edad que él a la suya, que toda la vida se ha dedicado a la política y es responsable de haber llevado a Cataluña a un callejón sin salida, que los procedimientos que ensombrecen el futuro de CDC se deben a la confesión de Pujol y a una denuncia de una exconcejal de ERC, "nada que ver con las cloacas del Estado", subrayó Arrimadas.
También le reprochó las mentiras del proceso, tales como que los catalanes tendrían las pensiones más altas, que todos los niños tomarían helado de postre y una campaña de CiU en la que se decía que la "la Cataluña productiva sufraga a la España subsidiada". "La contribución de los trabajadores catalanes no da para cubrir las pensiones de los jubilados catalanes, que, por cierto, son las más altas de España", remachó. En tono de broma añadió que es malo tomar helado de postre. "Si me permiten -bromeó- un consejo dietético, los niños deben tomar yogur o frutas".