El Mundo titula con la respuesta de Rajoy: "El Estado responderá a Mas 'sólo con la ley, pero toda la ley'". "El Parlament se declara en rebeldía por sólo nueve votos". Dice el editorial que el Parlament "cruzó ayer una linea roja", otra de tantas, con el "inicio del proceso de desconexión" que "culminará en la primavera de 2017 con una proclamación de la independencia de forma unilateral". ¿Cómo? ¿2017? ¿Un año y medio más aguantando esta matraca? No, si a este paso vamos a tener que echarles un cable con la desconexión. Si eso les regalamos unos alicates como despedida, para que vean que hay buen rollo. "Rajoy se encontrará antes de las elecciones ante un desafío de formidable magnitud". Hombre, encontrarse. Yo diría que se veía venir desde hace tiempo. "Lo que ha comenzado es el proceso de secesión unilateral de Cataluña mediante una serie de pasos en los que se va a vulnerar la Constitución y la legislación vigente. Por tanto, el Estado tiene que tener preparada una estrategia para dar respuesta jurídica y política a cada iniciativa del Parlament y la Generalitat, que hasta ahora han avanzado en sus objetivos sin repuesta de las instituciones". Bueno, a la Generalitat cuando la tengan, que también les está costando. "Esto tiene que cambiar porque ha llegado la hora de afrontar este gravísimo desafío". Y que se ande con ojo Rajoy, porque según Anson "en la región catalana existe ya un millón de personas dispuestas a la manifestación pública en riesgo de violencia, destrozo del mobiliario urbano y posibilidad de heridos o muertos". Eh, el mobiliario urbano ni tocarlo, que seguro que lo hemos pagado entre todos. Y hablando de pasta, Carlos Cuesta advierte a Rajoy que cuidadito con lo que hace, "porque hasta el momento, frente al desafío abierto de unos tan sólo ha existido el envío millonario de fondos por los otros". Un duro más, señor Rajoy, y te corremos a gorrazos. Arcadi Espada extiende la bronca a la Cataluña silente. "Es imposible que la mitad de los ciudadanos de Cataluña queden al margen de su participación en esta grave crisis española: por su frivolidad, su falta de madurez cívica y por su irresponsabilidad casi profesionalizada". Ahora, a apechugar.
El País dice que "la mitad de Cataluña rompe con la democracia española". El mundo tiembla ante la reacción de Rajoy, jeje. No, esta vez no. Esta vez exige "firmeza y política ante la insurgencia". "Es un acto ilegal e ilegítimo que requiere una respuesta firme del Gobierno y las fuerzas política y la utilización de todos los instrumentos del Estado -legales, jurídicos, políticos e institucionales para defender la democracia y la legalidad". Cree El País que la respuesta de Rajoy ha sido de una "firmeza" que "contrasta" con la pachorra de siempre, con medidas "razonables y ajustadas". El abogado del Estado, el TC, en fin lo de siempre. Y le envía un mensaje de tranquilidad a Anson. "En la calle, apenas 200 personas ondeaban las estelades, un gesto mínimo comparado con el poder de convocatoria exhibido por el nacionalismo. Es como si los catalanes, en lugar de celebrar, empezaran a darse cuenta del laberinto al que le han llevado unos líderes que siguen huyendo hacia adelante". O que estaban currando y no tenían tiempo de hacer el ganso. "Este país afronta su peor crisis tras el 23-F y no hay que olvidar que la Constitución de 1978 establece, entre las limitadas funciones del rey Felipe VI como jefe del Estado, la defensa de la unidad de España y el papel de árbitro y moderador en la política". ¿Qué quiere, que saque los tanques como amenazó su padre con hacer el 23-F? Vamos Cebrián, dilo alto y claro que hay que inmortalizar ese editorial.
ABC dice que ha llegado "la hora de la ley". Pero tendrá que esperar porque "¡el Gobierno recurrirá el miércoles!". Rubido no da crédito. Es que ayer era el día de la Almudena, Bieito. El editorial dice que "lo ocurrido ayer en Cataluña es la fase final de la secuencia de una traición" y con esos modos "nada es abordable desde la cesión, la negociación o terceras vías". Que pa chulos nosotros. Hermann Tertsch le echó un par y se plantó ayer en el Parlamento catalán. Hermann, eres un temerario. Aunque cuenta que fue un bluf total, "de épica, delito y fiasco". Era la "ocasión ideal para demostrar que son capaces de una manifestación espontánea (…) para apoyar a sus parlamentarios separatistas en el difícil compromiso de cometer un delito". Y no apareció ni el tato. "No se animaron a acercarse a festejar ni los vecinos del Born. Aunque lejos de allí llenaban tiendas, bares y terrazas". Qué desorganización. Si es que falta Forcadell para ordenarlos formar y se desmandan. "No es que no haya nadie, que no lo hay, dispuesto a sacrificar su vida o sangre. Es que no sacrificarían ni el aperitivo". ¡Qué me dices, Hermann! Nada, hay que darles un empujoncito, a ver si al final se nos van a rajar y nos dejan compuestos y conectados.
La Razón dedica toda la portada al editorial. "Estado de Derecho", titula. "Ayer se vivió una provocación sin precedentes y un insulto a todos los españoles que sólo puede ser respondido con el uso implacable de la ley (...) No debemos ceder ante una verdadera declaración insurgente". Marhuenda contente, que te veo pidiendo los tanques por la Diagonal. José María Marco pone freno a la fiera. Nada de "respuestas expeditivas" que "provocarían una situación aún más difícil". "Hay que buscar el consenso". Marco pídele una cita a la cupera del flequillo a lo bocao de burro, que diría Dani Rovira, a ver qué te dice sobre el consenso. Antonio Martín Beaumont se come a besos a Rajoy. "Le sienta bien la firmeza, aunque perciba voces que reniegan de su prudencia (...) Ha elegido actuar como hombre de Estado". Ain, cuánta carantoña. Ussía da en el clavo con su análisis sobre el sentir de la ciudadanía. "Lo he leído en Twitter. Ha sido proclamada la República Independiente de Cataluña. Pues muy bien". Que les vaya bonito. Se acabó la extorsión.