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Raúl del Pozo desvela que Enric Juliana convirtió a Pablo Iglesias al nacionalismo

Fue a través de Errejón, que quedó "fascinado" por el articulista de La Vanguardia.

Fue a través de Errejón, que quedó "fascinado" por el articulista de La Vanguardia.
Enric Juliana. | EFE

Raúl del Pozo desvela hoy en su columna de El Mundo lo que ha descubierto en una de sus habituales conversaciones con Juan Carlos Monedero. Le llamó para que le disipara una duda. "Me asombra la postura de Pablo Iglesias ante la cuestión nacional. Creí que Podemos intentaría recuperar la idea de España para la izquierda. Pero parece que se apoya en ese odio irracional anti-español y anti-europeo que puede llevarnos al esperpento".

Y "Juan Carlos, siempre tan gentil", no tuvo problemas en explicárselo. "Una de las cosas que ha logrado Podemos es volver a hablar de la patria sin vergüenza". El 'sin vergüenza' separado, no es un error. "Para que nuestro país no se nos rompa hay que decirles a los vascos y catalanes que son españoles y la única manera de decírselo en 2016 es invitándolos a que decidan libremente formar parte de este proyecto. Con nosotros nadie va a querer marcharse. Los que hemos crecido con Quevedo y Valle, con Lorca, Llach y Martí i Pol creemos profundamente en España. Y vamos a pelear por ella. Con inteligencia", le dijo el bolivariano, también sin vergüenza de poner a Quevedo a la altura de Llach.

Raúl del Pozo le hizo partícipe de su "alucine" por la "súbita conversión al nacionalismo emergente de Pablo". Y le fue revelado el secreto. "Parece que mi amigo Enric Juliana, uno de los intelectuales orgánicos del nacionalismo, metió en la cabeza del dirigente de Podemos la idea de que la chispa de la insurrección estaba en las masas irredentas anti-españolas. El propio Juliana lo reconoce: 'Se lo dije un día a Iglesias: la España jacobina es imposible y la España girondina federalista es un dolor de cabeza que no acaba nunca". Del Pozo no sabe "cuándo Pablo se cayó del caballo, pero está claro que se ha convertido en el líder de la España periférica y en esa transfiguración, Juliana ha hecho el papel de Mefistófeles".

Pero en ese idilio entre Pablo Iglesias y Enric Juliana medió una Celestina. O Celestino, mejor dicho. Según cuenta Pablo Iglesias en un libro, "desde que conocí a Enric Juliana, empujado por la fascinación que producía en Íñigo Errejón y en Xavi Domenech ('es como nosotros, gramsciano, pero de derechas', me dijo Errejón), me convertí en adicto a sus análisis políticos; con finura de consigliere florentino Juliana ha sido el mejor observador de las estrategias del asalto de Podemos".

Raúl del Pozo concluye que "Pablo no se inspiró en Stalin, sino en Juliana, para llamar a la revuelta contra la chusma española", que es como llama Beiras, otro "modelo de Pablo Iglesias", a la España no nacionalista.

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