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Isabel San Sebastián alerta: el pacto en Cataluña a quien favorece es a Sánchez

Tras la rocambolesca rendición de la CUP y unos meses de descanso volvemos al culebrón catalán.

"Puigdemont activa el plan de Mas y declara la 'preindependencia'", dice El Mundo. Otra vez. Destripa el editorial el discurso de la versión moderna del león Rodolfo de Mari Carmen y sus muñecos que los Reyes le han traído a Mas. Que va a "construir estructuras de Estado, Hacienda propia y Banco central de Cataluña", que va a poner en marcha un "plan de choque para luchar contra la pobreza". "Lo que no especificó es de dónde va a salir el dinero". Ni falta que le hacía, ya lo sabemos todos, de nuestro bolsillo. Admite El Mundo, convencido de que la CUP no investiría nunca al partido del 3%, la "bochornosa claudicación de la formación antisistema, que se ha suicidado al formar parte de este apaño" apoyando a un "clónico" de Mas, "con las mismas ideas, los mismos tics y los mismos vicios" . Ahora, dice esperanzado, "sólo cabe desear un gran pacto de Estado entre el PP, el PSOE y Ciudadanos para poner término al disparate impulsado por Mas y retomado por su doble". Con más pelo, eso sí.

Federico Jiménez Losantos dice que el nuevo presidente catalán "empezó por excluir de Cataluña a más de la mitad de los catalanes, los no separatistas", para variar. "Inés Arrimadas ha dado con un apodo para designar al nuevo patufet de la democracia orgánica catalana. Al hereu del hereu de Pujol, la jefa de Oposición catalana española, democrática y cívica, le llamó ayer Señor Masdelomismo. Será más fácil de recordar para los que no han conocido la democracia orgánica, ni La Vanguardia azul mahón, ni la sopa juliana del editorial de inserción obligatoria, ni el patriotismo con sede en Suiza. En fin, Sr. Pujoldemont o Sr. Masdelomismo: que ha sido usted malvenido". Santiago González acusa directamente a la CUP de "pucherazo" por el cambalache de regalarle sus diputados a Mas y sus secuaces. "Urge la introducción de la segunda vuelta en el sistema electoral español para impedir chapuzas como estas". Aunque una "ventaja" le ve Santiago al circo de ayer. "Sánchez va a tener su mayoría, como su diálogo, un poco más difícil".

El País no se rompe la sesera buscando parecidos entre Mas y Puigdemont. "Puigdemont: 'Mi programa de Gobierno es el mismo de Mas'". Date, el 'Masdelomismo' que dijo Arrimadas. Juan Luis Cebrián recibe al nuevo president con un largo artículo en el que pide varias cosas, entre ellas la intervención del Rey en la gobernabilidad de España. "La Corona debe demostrar su utilidad, base de su pervivencia, propiciando un pacto". Ahora pide un "gobierno suficientemente estable por parte de las fuerzas que más escaños han obtenido en las elecciones que pertecenen al centro derecha". Y se lía a bofetadas con Albert Rivera por no querer saber nada de entrar en ningún gobierno. "La pretensión de Ciudadanos de favorecer la investidura del PP sin incorporarse al Gabinete es de una frivolidad alarmante. Las llamadas a la responsabilidad de Albert Rivera suenan a cuento chino si no están acompañadas de su decisión de participar en el poder y someterse a la caución de los partidos de la oposición". Tampoco Pedro Sánchez se libra del malhumorado despertar del jefe. "La izquierda no debería temer contribuir a una solución de este género: la mantendría en la oposición con todas sus consecuencias, al tiempo que serviría para incorporar al pacto constitucional algunas de sus demandas". Y ya de paso, "la derecha debería demostrar de paso que trabaja por el bien de España y no por la permanencia de su líder (…) La retirada honrosa de Rajoy de la vida política parece como condición necesaria, que no suficiente, para alcanzar un acuerdo como el que comentamos". Conozco a algunos, no precisamente admiradores de Cebrián, que firmarían esta propuesta.

ABC alerta: "Puigdemont redobla el órdago independentista". Dice el editorial que "las citas xenófobas de Puigdemont contra los 'invasores' le servirán de poco cuando tenga que pedir más dinero al invasor para pagar farmacias, hospitales, residencias y colegios públicos". Isabel San Sebastián hace la pascua a los que creen que lo de Cataluña le viene de perlas a la gran coalición. Para nada, dice. "La izquierda y la derecha en este país son como el agua y el aceite" y sobre todo los del "puño y la rosa rechazan esa posibilidad con vehemencia". Así que Sánchez "va a intentar gobernanr. La única duda ahora es si sumará más síes que noes. Y lo cierto es que puede lograrlo". Cree Isabel, y no le falta razón, que formado ya un gobierno en Cataluña en el que Podemos no pinta nada, el partido de Iglesias "pasa a la oposición y puede aparcar la bandera del derecho a decidir en aras de desalojar del poder la derecha reconocida por todos como el enemigo común". Menudo alivio para Sánchez. Echando cuentas, ni Convergencia, ni ERC, ni el PNV votarían contra Sánchez. "Sólo Ciudadanos unirá previsiblemente su rechazo al del PP. Me salen 163 noes. No bastan. Espero sinceramente equivocarme". Pues las matemáticas no son mi especialidad, pero a mí me salen las mismas cuentas. Y no es por asustar.

La Razón abre con un editorial que suena a súplica. "España necesita ya un gobierno estable que garantice la unidad". Dice que ayer Carles Puigdemont "se declaró paladinamente al margen de la ley en un acto ominoso contra la democracia española". Tampoco fue para tanto, ya nos tienen acostumbrados. Dice que "por supuesto la democracia española resistirá la agresión del separatismo catalán" pero que por si acaso habría que ir pensando en tener un gobierno en Madrid. Marhuenda apremia a Sánchez para "formar una gran alianza constitucionalista entre los dos grandes partidos más Ciudadanos que garantice un gobierno estable y fuerte". "No hay nada irracional ni imposible en la propuesta de Rajoy", dice el muy ingenuo.

La Vanguardia dice que "Puigdemont se compromete a culminar el proceso soberanista". El periódico del conde de Godó da su enésimo volantazo en su línea editorial desde que comenzó esta locura y tras defender el adelanto de elecciones como única salida, hoy da la bienvenida con banderines y globos al nuevo jefe. "Junto al buen tono del nuevo presidente, incluida una notable esgrima parlamentaria en sus respuestas a la oposición, quedó claro ayer que Puigdemont no renuncia a seguir persistiendo en un error que se ha puesto de manifiesto estas últimas semanas, como es la velocidad con que se pretende implementar un proceso plagado de obstáculos de todo tipo". Que hay que ir más despacio y ordeñar más a la vaca, leñe, que a ver si con las prisas le hacéis daño y os pega una coz.

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