Albert Rivera cree que Mariano Rajoy tiene pocas o casi ninguna posibilidad de seguir en La Moncloa. El líder de Ciudadanos y su círculo más próximo no salen de su asombro ante la inactividad del líder del PP cuando está a punto de cumplirse un mes de las elecciones que ganó, pero con el menor respaldo que haya tenido nunca la primera formación del Congreso desde las primeras elecciones democráticas de 1977. Ante esa situación, el escenario que se contempla más posible en el cuartel general centrista es el de una investidura de Pedro Sánchez con el respaldo de Podemos y el PNV y la abstención de la izquierda y los nacionalistas. El líder del PSOE obtendría así 165 votos, lo justo para superar en la segunda vuelta (en la que se requiere mayoría simple) a los 163 votos en contra de PP y Ciudadanos.
Si se tratase de un asunto sentimental, en Ciudadanos consideran que Rajoy no está esforzándose en el cortejo de la amada, pues ni ha presentado iniciativas parlamentarias, como esta misma semana ha hecho el grupo naranja y también ha realizado el PSOE, ni ha dicho claramente cuáles son sus objetivos de Gobierno. Pretende la conquista, pero ni siquiera se ha atrevido a pedir la primera cita. Y no será que no ha recibido insinuaciones. El 28 de diciembre, una semana después de los comicios, el propio Rivera le explicó su apuesta por un pacto a tres con el PSOE (los cuarenta diputados centristas no son suficientes para investir presidente) basado en la defensa de la unidad de España y la agenda regeneracionista que pretende Ciudadanos, con medidas como la reforma de la Ley Electoral.
Pero una cosa es lo que Ciudadanos ve posible y otra lo que desea. Una y otra vez sus líderes ponen distancia con Podemos, formación con la que es prácticamente imposible que puedan sumar fuerzas, y no sólo por su apuesta por un referéndum secesionista en Cataluña, sino por una agenda económica casi antagónica a la de los centristas. Este mismo martes el secretario general del grupo naranja, Miguel Gutierrez, ha asegurado en el Congreso que Sánchez no contará con un sí de sus cuarenta parlamentarios y tampoco con una abstención: "Lo hemos dejado más que claro, y lo dijimos antes de las elecciones: no vamos a apoyar una investidura del señor Rajoy y tampoco una del señor Sánchez. No creo tampoco que nos abstuviéramos en ninguno de los dos casos".
Gutiérrez ha reiterado también su oposición a que, como quiere Pablo Iglesias, se divida en cuatro el grupo de Podemos para dar satisfacción a sus socios de las mareas, Compromís y Barcelona en Comú, una pretensión que no ha dudado en calificar de "ilegal".