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Rivera presiona de nuevo al PP para que aparte a Rajoy veinticuatro horas después de reunirse con él

El líder de Ciudadanos vuelve a su postura inicial tras haber suavizado el tono en el cara a cara.

El líder de Ciudadanos vuelve a su postura inicial tras haber suavizado el tono en el cara a cara.
Mariano Rajoy y Albert Rivera, durante su entrevista de este jueves. | EFE

Apenas veinticuatro horas han mediado entre dos pronunciamientos públicos de Ciudadanos sobre Mariano Rajoy sensiblemente distintos, aunque entre ambos la Guardia Civil ha registrado la sede del PP en Madrid. Si Albert Rivera decía el jueves por la mañana, en la rueda de prensa donde informaba de su encuentro con el presidente del Gobierno en funciones, que le había dicho que ni él, ni su partido ni su Ejecutivo habían hecho "lo suficiente" contra la corrupción, este viernes en un desayuno en el Hotel Ritz de Madrid, el líder centrista ha ido más allá asegurando que "quien no limpia su casa no puede limpiar la casa grande, la gente de los demás" y ha advertido severamente a los populares: "Hay gente que tiene que reflexionar y saber qué quiere ser de mayor y qué va a ser su partido. El PP tendrá que pensar si quiere quedarse fuera de esta segunda transición, en un rincón pensando en la agenda personal de su presidente o si es un partido que quiere sumarse a una ola de cambio y de regeneración en España. Mientras se lo piensan, otros estamos trabajando".

Poco después el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Toni Roldán, afirmaba tajantemente que Rajoy "no puede ser el que lidere un cambio político en España. Ha asumido durante años una cantidad de corrupción en su partido que no se puede permitir, yo no creo que pueda ser el líder del cambio en este país". Más lejos aun iba después el secretario general del grupo parlamentario, Miguel Gutierrez, que se preguntaba incluso si la próxima vez la Guardia Civil no tendría que entrar "en La Moncloa".

Rivera no confía en una investidura de Sánchez

Las palabras de los dirigentes centristas no dejan lugar a dudas, aunque eviten de momento un veto explícito al líder popular como futuro candidato a la investidura. De lo dicho por Rivera se desprende también que tiene poca confianza en que Pedro Sánchez pueda ser investido presidente del Gobierno en la primera semana de marzo: "Queda mucho tiempo, quedan unas cuantas semanas y luego dos meses, obligatorios por la Constitución. A quien le parezca largo lo que hemos vivido, pues faltan tres meses".

El lunes se vuelven a reunir los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos con la intención de avanzar en un pacto programático que fuentes del partido naranja ven "difícil". Rivera ya ha pedido a los socialistas más concreción en sus medidas y que incluyan también el coste de las mismas, un argumento en el que insistía Roldán, miembro del equipo negociador: "La negociación sigue abierta y es constructiva por las dos partes. Hay cuestiones que tienen que concretar, sobre el coste de las medidas. Tenemos un margen presupuestario muy limitado, pero tienen que hablar en serio de cómo recortar burbuja política o modificar nuestro sistema fiscal, pero siempre con responsabilidad. No nos dejemos llevar por medidas que no se pueden pagar". Roldán advertía a los socialistas, además, que no renuncian a sus dos medidas estrella en materia económica, el contrato único o estable y el complemento salarial: "Lo vamos a seguir intentando", ha dicho el economista barcelonés, que diagnosticaba así el estado del mercado laboral en España: "El modelo lleva treinta años reproduciendo exactamente los mismos problemas, con el PP y con el PSOE. Esencialmente una excesiva precariedad y temporalidad y un altísimo nivel de paro, para combatir eso hay que cambiar cosas estructurales", ha concluido.

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