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Temor ante la escenita de Pablo: el pacto está cerrado y Sánchez marea la perdiz

Pablo Iglesias vuelve a desatar el frenesí tras su última aparición estelar pidiéndolo todo, todo, todo y riéndose de Pedro Sánchez, "mi presidente".

Pablo Iglesias vuelve a desatar el frenesí tras su última aparición estelar pidiéndolo todo, todo, todo y riéndose de Pedro Sánchez, "mi presidente".
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. | Dani Gago

"Podemos pide dividir España en naciones y autonomías", se escandaliza El Mundo. "Se reserva la vicepresidencia que controla el espionaje y la unidad anticorrupción y plantea un subida tributaria generalizada". Pero si eso ya lo hizo Rajoy. "El PSOE cree que Iglesias busca boicotear las negociaciones". Estaría genial en el club de la comedia. Sólo le falta saludar y hacer bises. Ya lo dice Casimiro García-Abadillo. "El líder de Podemos demostró ayer que ha nacido para ser una estrella". Es que lo borda, hace reír como nadie. Y cuando decía "mi presidente" Pedro Sánchez, quiero que Pedro sea "mi presidente", defenderé a "mi presidente", qué momentazo. Los periodistas lo esperamos como agua de mayo. Gracias aparte, Casimiro se teme que el PSOE va a pactar con Podemos. Vamos, no lo teme, es que se lo han rajado en el PSOE. "Pedro se va a tirar en plancha a un acuerdo con Podemos". Victoria Prego se teme lo mismo. "Muchos nos tememos que las conversaciones entre ambos partidos están ya muy avanzadas y que en estas dos semanas se presentará una negociación con todos los adornos necesarios que incluirán unas cuantas renuncias de Podemos a los puntos más inasumibles por el PSOE", dice. "Que el acuerdo está prácticamente hecho lo demuestra el cambio radical protagonizado ayer por Susana Díaz", que abogó por un gobierno de Pedro Sánchez, y Sánchez sólo suma con Podemos. "¿Pedro, sabes a dónde vas?", le pregunta. Ya te lo digo, Victoria, va a Moncloa derechito con la correa de Pablo tirando de él.

El editorial trata de tranquilizar a los alarmados columnistas. "Pablo Iglesias presentó ayer un documento en el que expone su programa para formar un gobierno de coalición", dice. Bueno, bien mirado le dio a Sánchez un programa ya hecho, con sus ministerios, su vicepresidencia, sus secretarías de Estado, no le faltaba detalle, Pedro no podrá quejarse de que no le trabaja bien. Un documento "que difícilmente puede asumir el PSOE", tanto por el referéndum como por las propuestas económicas. A Pablo "se le nota su afán de acaparar poder en el nuevo Gobierno". "Ambiciona crear un nuevo Estado con una filosofía que supondría, en la práctica, la supremacía de un Big Brother, una especie de ojo público que supervisaría todos los ámbitos de la vida del individuo". ¿Un Big Brother? Lo mismo pone de ministro a Kiko Matamoros.

El País dice que "Iglesias pone precio al pacto: vicepresidencia y referéndum". Lo puso hace un porrón de tiempo, lo que pasa es que los socialistas están tan ocupados jugando al despiste y tomando el pelo a los ciudadanos que no se enteraron. Se une El País al teatrillo de Sánchez y dice que "los socialistas critican a Iglesias y recuerdan que la iniciativa es de Sánchez". Sí, Hernando se puso estupendo recordando quién era el mandatado por el Rey, menuda chorrada. Dice el editorial que Podemos no quiere pacto, sino que va a "una repetición de elecciones que será difícil de evitar si nadie cede en sus intransigencias". ¿Un comienzo para negociar? Más que en el referéndum, El País se centra en la pasta y pregunta a Pablo "de dónde va a sacar los 24.000 millones más cada año de legislatura para incrementar el gasto público. Muy poco creíble sobre todo sin aclarar cómo piensan negociar con la Comisión Europea. ¿O se trata de romper con las instituciones de la UE?". Pues no te extrañe, lo mismo piensan meternos en el ALBA, con Maduro, Castro, Evo Morales y su grupo de amiguetes. Al menos no necesitaríamos traductor. "El acuerdo con Podemos se complica mucho", dice. "Si Sánchez fracasa, es posible que Rajoy crea llegada su oportunidad. Pero resulta casi imposible que alguna otra fuerza acepte apoyarle", así que le hace una sugerencia. "Sólo la presentación de otro candidato podría devolver al centro-derecha una posibilidad sólida de volver a gobernar España". Pues a esperar sentados. Tampoco en este periódico hay acuerdo entre editorial y columnistas. Así Antonio Elorza se huele que "el PSOE se desliza hacia Podemos" mientras Javier Ayuso discrepa. "El documento es un auténtico boicot a cualquier pacto con el PSOE". No ya por el referéndum dichoso, sino que "convierte el cargo de vicepresidente en un auténtico primer ministro", una especie de "comisario político". La propuesta tiene "el ojo puesto en el 26 de junio". Total, él siempre gana.

ABC espanta el acuerdo en portada. "El PSOE asume que Iglesias quiere nuevas elecciones". Bieito Rubido no lo tiene tan claro. "Los socialistas no parecen enterarse de que Podemos no parará hasta lograr la hegemonía de la izquierda. Podemos les ganará siempre", les sentencia. El editorial tampoco tiene ni la más remota idea de lo que va a pasar. "Pedro se ha propuesto ser presidente a toda costa", pero "nadie sabe aún a ciencia cierta si Podemos quiere realmente cerrar un pacto de gobierno con los socialistas o si quiere engullirlos con otros comicios". Lo que sí sabemos es que "Iglesias impone y Sánchez encaja", para que vaya aprendiendo lo que tiene preparado para él, "mi presidente", qué guasón. Todavía se encomienda ABC a la línea roja del referéndum. "Si Sánchez cede, su partido lo vetará". ¿A que no? "A día de hoy las posturas entre Podemos y el PSOE han vuelto a tensarse, aunque también es legítimo sospechar que tienen un acuerdo ya cerrado, y que estas discrepancias obedecen a una simple puesta en escena teatral con tintes falsamente dramáticos".

La Razón se las canta muy felices. "Iglesias revienta la investidura a Sánchez con el referéndum catalán", dice muy convencida. El editorial ve "confuso" el "método" de Pedro Sánchez con tanta cita y tanta reunión inútil hasta con el gato. "Pedro Sánchez debe saber ya que no puede contar con Podemos para su futuro gobierno" con lo del referéndum y otros puntos en los que le es "imposible transigir". Lo que presentó ayer Pablo no fue un programa, fue su "irrefrenable objetivo de controlar políticamente al Gobierno, una evidente inspiración chavista". Por ello, Marhuenda quiere pensar "que para Sánchez será imposible un acuerdo sensato y creíble con Iglesias", dice reteniendo la respiración. "Parece evidente que el acuerdo no llegará. El escenario de los pactos ha pasado. Nos encaminamos a unos comicios que posibiliten una mayoría de gobierno", dice más adelante como para autoconvencerse. Abel Hernández todavía tiene alguna duda. Pedro Sánchez está "atrapado entre el deber y la ambición" y, caramba, cómo tira Pablo Iglesias de la segunda, va a descoyuntar a su "presidente".

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