Estrategia definida desde el minuto uno. El candidato a la investidura, el socialista Pedro Sánchez, ha escenificado su estrategia nada más empezar la sesión de investidura que arranca este martes: 'O yo, o elecciones'. Algo que significaría que "hemos hecho mal nuestro trabajo y no habremos sido capaz de encontrar una solución" al mandato arrojado por las urnas el pasado 20 de diciembre. "Hoy no estamos en campaña electoral. Los ciudadanos nos han delegado aquí para evitar de nuevo una campaña electoral".
Y para ello, mirando al arco parlamentario de izquierdas, a Podemos y a las llamadas 'fuerzas del cambio', les ha instado a sumarse a ese mensaje de cambio, que ha definido como "un sólido vehículo para movernos y para desplazarnos".
En este sentido, ha dirigido una apelación velada a los miembros de Podemos: "Si la mayoría de los españoles y de diputados de esta Cámara quiere un cambio de Gobierno, ¿por qué no lo llevamos adelante? Tenemos sólo dos soluciones. O no hacer nada y dejar al señor Rajoy y su Gobierno en funciones durante los próximos meses, o apostar por un cambio nacido del diálogo y el acuerdo. Nos quedamos parados o nos ponemos en marcha", ha dicho Sánchez.
"Mestizaje ideológico"
Un intento por retratar a la voluntad de Podemos de ir a unas nuevas elecciones y forzar una alianza de izquierdas a la que se ha referido también el líder del PSOE. Sánchez ha asumido "la falsa esperanza" que se ha generado en torno a una mayoría de izquierdas: "no suma, no la hay". Pero "sí suman las fuerzas del cambio", motivo por el que siguió apremiando a Pablo Iglesias y el resto de líderes de izquierdas a sumarse a su pacto con Ciudadanos con una defensa del "mestizaje ideológico".
"Estamos obligados a mezclarnos. Tenemos que hacer mestizaje ideológico. Tenemos que hacerlo bien. Y descubriremos que el mestizaje enriquece; mientras la uniformidad, empobrece. Que el diálogo, abre la mente; mientras que la obcecación, la cierra. Y que el acuerdo, gratifica, mientras que la imposición, empequeñece".
Referencias veladas a Iglesias
En este sentido, se ha mostrado humilde sobre la capacidad del grupo socialista y sus 90 escaños porque "es evidente que no tiene sentido exigir a las demás fuerzas del cambio, que apoyen el 100% de nuestro programa electoral. Tampoco tendría sentido que otras fuerzas con representación aún menor exijan que se cumpla el suyo exclusivamente. Una nueva referencia velada a Podemos a la que le siguió otra: "El grupo socialista no aspira a imponer nada. No tenemos líneas rojas, tan sólo firmes convicciones".
La "valentía y el coraje de Rivera"
En su intenso intento por dar pasos adelante en su camino hacia La Moncloa, el candidato socialista destacó la suma de PSOE y Ciudadanos a un pacto en el que ambas formaciones han renunciado a lo que les separa: "Ni estamos de acuerdo con el programa de Ciudadanos, ni Ciudadanos con el del PSOE. Quedó claro en la campaña electoral. Pero hemos acordado hasta 200 medidas en las que encontrar un territorio compartido". Por ello, agradeció a la formación naranja "la valentía y coraje de Ciudadanos. A todos ellos y ellas, en especial a su presidente, el señor Rivera, les doy públicamente las gracias".
El 'no' al PP
Su oferta de diálogo fue extensible a todas las formaciones políticas salvo a una: el PP. Sánchez lo justificó en que "con el PP no podemos promover un cambio de Gobierno y, mucho menos, un Gobierno de cambio". Y se refirió directamente a Mariano Rajoy, al añadir que "tiendo la mano al grupo popular para dialogar y acordar sobre los grandes asuntos de Estado. Y espero que actúen con la misma lealtad que otros hemos ejercido desde la oposición".