El Ayuntamiento de Barcelona, regido por Ada Colau, ha extendido su cruzada contra el patriarcado –y todas esas cosas suyas- hasta la gramática. Así, en una operación de ingeniería lingüística, ha creado un nuevo vocablo: el "donanatge" –que en castellano se traduciría como "mujeraje".
Un "donanatge" sería un "homenaje" hecho por o para mujeres, visto lo visto. En catalán, "homenaje" es "homenatge", y "home" es "hombre" –el origen del término se encuentra en el latín "hominaticum", cuya raíz es "homo" ("hombre"), porque el que juraba fidelidad se convertía en "hombre" de su señor-. Así, para desligar de presunto machismo al lenguaje, Colau va y sustituye el "home" por "dona".
El término ya ha sido utilizado, por ejemplo, en notas de prensa. Así, en una nota emitida el 25 de noviembre, leemos: "Mercedes Vidal presideix el Donanatge del Consell de les Dones d'Horta-Guinardó a les dones Víctimes de la violència masclista" ("Mercedes Vidal preside el 'Mujeraje' del Consejo de las Mujeres de Horta-Guinardó a las mujeres víctimas de la violencia machista").
El neologismo ha generado críticas, bromas y hasta algún artículo, como el que publicó este domingo el lingüista Rudolf Ortega en El País.