Ada Colau se ha resistido hasta última hora. Existía una resolución aprobada por mayoría en el pleno del pasado febrero para realizar este 11 de marzo un acto en recuerdo de las víctimas de la masacre terrorista perpetrada hace doce años. El grupo municipal de Ciudadanos, encabezado por Carina Mejías, la presentó y a ella se sumaron PP, PSC y Convergencia. Sin embargo, en una tortuosa interpretación del reglamento, la alcaldesa decidió que tal propuesta no la obligaba a hacer nada dado que su partido, Barcelona en Común, no había votado a favor, al igual que ERC y la CUP.
El cambio de opinión en el último minuto ha venido dado por la insistencia de Ciudadanos, así como del PP, que tenían previsto llevar a cabo el homenaje a las víctimas en la plaza de San Jaime, a las puertas del Ayuntamiento, con o sin la alcaldesa de Barcelona. El presidente del grupo popular, Alberto Fernández, registraba a primera hora una carta en la que instaba a Colau a convocar algún acto dado que "hoy se celebra el día europeo en recuerdo de las víctimas del terrorismo" mientras Mejías convocaba a los medios y presionaba aún más a la alcaldesa. Ante la tesitura y vista también la participación de Manuela Carmena en el acto institucional de la capital de España, Colau ha vencido sus reticencias y apostado por el mal menor, una fotografía con la oposición municipal y sin Carles Puigdemont, el presidente de la Generalidad, el gran ausente.
Colau no consideraba necesaria ninguna convocatoria o acto porque según había comentado con Carina Mejías se podía interpretar que el recuerdo del 11-M era "instrumentalizar" a las víctimas y hacer un "uso partidista" de ellas.
La Generalidad, sin nada previsto
A primera hora de la mañana se escudaba en que ya había colocado un crespón negro en la fachada del Ayuntamiento. Después llamaba a los servicios de protocolo de la Generalidad para saber qué se hace en estos casos. Al otro lado le han respondido que ellos en concreto, nada. A pesar de todo y poco antes del mediodía, Colau enviaba una comunicación a los grupos con la cita oficial para el minuto de silencio. Sólo han faltado los concejales de la CUP y el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont. Algunos consejeros de la Generalidad, como el de Justicia, Carles Mundó, sí estuvieron presentes.