La portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías, ha relatado En Casa de Herrero cómo Ada Colau terminó encabezando, a regañadientes, el acto de homenaje en la ciudad a las víctimas del 11-M. Según ha explicado en esRadio, la iniciativa del minuto de silencio partió de Ciudadanos y contó con el respaldo de PSC y CDC. La formación de Colau no lo apoyó con el argumento de que en la iniciativa "no se reconocían las malas acciones de los cuerpos judiciales". Y tras la aprobación, el gobierno de Colau argumentó que la medida no tenía por qué cumplirse al no haberse sumado el partido en el poder.
Ciudadanos decidió hacerlo en cualquier caso, como gesto "civil" pese al rechazo del consistorio, e invitaron a los portavoces que votaron a favor. La reacción de Colau llegó "un cuarto de hora antes" de la hora prevista: "Me llamó muy airada" y alegó, según el relato de Mejías, que "era una utilización de las víctimas" y "que la Generalidad no había convocado actos". Finalmente, accedió a convocarlo y a bajar y aparecieron también en la puerta del ayuntamiento el portavoz de ERC, que tampoco votó a favor, y un consejero.
Mejías achaca la reacción de Colau a la "semanita" que ha tenido, en alusión a su sonado encontronazo con los militares de la feria educativa. Encabezando el homenaje y rectificando su negativa, se ahorraría una previsible lluvia de críticas. "Nosotros estamos dispuestos a hacer las cosas como se deben hacer. Si no quieren que sea de forma oficial, lo haremos por lo civil. Había que recordar a las victimas".