Con nocturnidad, pasadas las once y media de la noche de este martes, Pablo Iglesias cesaba al secretario de Organización de su partido, Sergio Pascual, mano derecha de Iñigo Errejón, y ocupaba su puesto hasta nuevo aviso. Pero, ¿quién era este dirigente de Podemos? ¿Por qué es tan importante su cese?
Conocido como "el costalero de Podemos", Sergio Pascual, natural de Plasencia, llegó a Sevilla a los tres años y fue en la ciudad hispalense donde se unió a la Hermandad de los Estudiantes. Pero su verdadera devoción era Podemos, partido al que ha dedicado los últimos dos años de su vida, como él mismo se encargó de recordar en Twitter minutos después de su cese.
El 'fontanero' de Podemos
A sus 38 años, este ingeniero de Telecomunicaciones, que desarrolló su carrera de funcionario del Cuerpo Superior Facultativo de la Junta de Andalucía y fue delegado sindical del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), era hasta este martes uno de los hombres con más poder en Podemos.
Tras formase la dirección del partido en noviembre de 2014, Pascual fue nombrado secretario de Organización y se convirtió en el fontanero de la formación, enlazando las estructuras internas a nivel territorial, todo ello bajo las órdenes del número dos de Podmeos.
Precisamente, el ya exdirigente de Podemos llegó hace dos años de la mano de Íñigo Errejón al por aquel entonces era el partido de los círculos. Desde ese día, este aficionado al alpinismo no ha hecho otra cosa más que escalar puestos en la Ejecutiva del partido hasta convertirse en una de las personas con más poder.
En la crisis con Juan Carlos Monedero, en la que el partido comenzó su división entre afines a Pablo Iglesias o a Iñigo Errejón, Pascual era ya uno de los hombres de confianza del número dos.
Negociador con Susana Díaz
Enfrentado también a la corriente Anticapitalista del partido, al igual que Errejón, el culmen de las diferencias con este sector, liderado por Teresa Rodríguez, se dio el pasado marzo, cuando tras las elecciones andaluzas, Pascual era enviado a negociar con Susana Díaz por la desconfianza de Errejón con la dirigente andaluza del partido.
Y como muchos otros dirigentes de Podemos, Pascual también ha tenido sus escándalos en este tiempo. Tal y como denunció El Mundo, estuvo más de dos años sin acudir a las reuniones de la junta de personal de los servicios centrales de la Junta de Andalucía, a las que debía asistir por su condición de delegado sindical del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).
Ahora tendrá tiempo para ello, ya que se podrá olvidar de todas las crisis territoriales de Podemos de las que estaba al cargo. Aun así, mantiene su acta como diputado, por ahora. Desde su escaño tendrá que ver cómo Pablo Iglesias y los suyos ocupan ese puesto por el que tanto luchó en Podemos y como Íñigo Errejón pierde una batalla en la pugna por el poder interno.