El Mundo elige el caso Soria. "Soria también firmó el acta anual de la sociedad que no reconoce". Menuda sorpresa se va a llevar el ministro. ¡Ahí va!, ¿qué me dices? ¿Yo firmé eso? Pues no me suena de nada, oye, ese no soy yo, que diría Mari Trini. Dice el editorial que Soria se está haciendo un lío con sus propios pies. "Ha incurrido en tantas contradicciones en estos días que él mismo ha ido enmarañando más su situación". Y como son muy mal pensados, surge la pregunta. "¿Por qué Soria no ha sido claro hasta ahora en su relación con UK Lines si, por lo que sabemos, esta empresa es británica, realiza una activad legal y la participación del ministro en ella es perfectamente legítima?". Uy, uy, uy... "Es lo que no se comprende de la actitud del político popular", aquí hay gato encerrado. "Hasta hoy se ha limitado a ofrecer explicaciones difíciles de entender, que no han satisfecho a nadie y que han causado perplejidad en el Gobierno y en el PP". ¿En el PP? Qué va, están curados de espanto. Joaquín Manso no se anda por las ramas y llama a esas "explicaciones difíciles" mentiras y gordas. "La mentira es incompatible con la vida pública (…) La sucesión de embustes" de Soria abona "la sospecha razonable de que puede estar encubriendo algo peor". Y encima "ha puesto en peligro el poder a cambio de proteger el secreto familiar". Victoria Prego también flipa en colores por "la precipitación y la torpeza con la que se ha conducido" el ministro. Podía haber "explicado con la sensatez de quien no tiene nada que ocultar" que su familia le había metido allí y ya está. Pero "la contradicción" le ha puesto "en la diana de la sospecha". "Soria se disparó en el pie con su propia arma sin que nadie, salvo él mismo, le instara a hacerlo". Y que este torpe haya llegado a ministro. Así nos va.
El País prefiere tirarse a la yugular del PP por la vena de Granada. Es lo que tiene tener varías vías abiertas. "La mancha de corrupción del PP se extiende a Granada". La foto de portada es enternecedora. Pedro Sánchez haciéndole ajos al hijo de Susana Díaz, vestida de faralaes, en la feria de Sevilla, qué ricura. El editorial dice que "es inquietante la cantidad de casos acumulados por las organizaciones políticas que han tenido responsabilidades de poder, y entre ellas, destacadamente, el Partido Popular". Qué razón tenéis. Recuerda mucho la etapa de Felipe González, cuando cada día nos levantábamos con un escándalo del PSOE. El alcalde de Granada les cae mal por algunas salidas de tono estilo taberna de barrio, pero "un chabacano no tiene por qué ser un presunto corrupto, pero si se unen las dos condiciones, cabe preguntarse qué había visto en él la dirección del Partido Popular como para impulsarle a correr tantas carreras con sus colores". En fin, concluye que Rajoy lo tiene fatal "para conseguir apoyos a su investidura, antes o después de unas nuevas elecciones generales". Curiosamente, el periódico trata con gran mimo al ministro Soria, al que dedica apenas un recuadro. "Rajoy respalda a Soria tras escuchar sus explicaciones. El ministro de Industria insiste en que ha tributado por todo su patrimonio". Como aquí no dan puntada sin hilo, habrá que preguntarse a qué viene esta protección.
Como hay donde elegir, La Razón opta por Conde. "Mario Conde, vuelve el preso 9435726448". Al de Granada le llega el segundo tortazo. "El PP suspende al alcalde de Granada imputado por diez delitos". A Soria ya le cayó el martes. Y el tercer titular, para su obsesión verdadera. "Díaz advierte a Sánchez de que tendrá que dar la abstención al PP si no puede gobernar tras el 26-J". Pero si fue ella la que dijo que al PP ni agua. Marhuenda le cuida la silla a Rajoy en el editorial. "En el PSOE se abre paso la opinión de que la fuerza más votada es la que debe gobernar; otra cosa será con qué fórmula pero, en todo caso, con la garantía de disponer de la presidencia". Atorníllalo, Marhuenda, que se le ve un poco flojo. Cuenta Lucas Haurie con musha grasia cómo le fue la feria a Pedro Sánchez, "una fiesta extraña, plagada de rituales y códigos que desconciertan al no iniciado". Y claro, al soso melé de Pedro le fue de pena. Primero no entró en coche de caballos, no se puso gomina, no bailó sevillanas y, encima, llevaba "un atavío inapropiado (¡esa americana oscura!)". Así le pasó que "fue saludado por un paseante con el clasiquísimo malaje hispalense: 'Anda, miarma, vete a vender pantalones al Cortinglé'". A éste le pagó Susana, fijo.
ABC dice que "el PP suspende de militancia y pide la dimisión al alcalde de Granada". Dice el editorial que "el PP necesita de una vez por todas sacudirse esa imagen de partido de la corrupción que lastra su credibilidad de forma cada vez más negativa. Tras la sucesión de casos, la detención de un significativo alcalde ahora no ayuda en nada. Al revés. En plena precampaña, es otro fardo pesado sobre la espalda de Rajoy", dice el editorial. Tranquilo, hombre, ha demostrado que tiene buenas aguantaderas. Dice Ignacio Camacho que no hay problema, que "ya es como el ruido de la lluvia. En el PP se han acostumbrado al caso semanal de corrupción como una especie de repiqueteo natural al otro lado de los cristales (…) La corrupción ya le ha quitado al PP todos los votos que podía costarle", así que ellos tan panchos.
La Vanguardia va derechita al cuello de Aznar. "Hacienda multó a Aznar por eludir el pago de impuestos". Un gustazo para desquitarse. "El Barça se ahoga en el Manzanares". Y eso que Aznar es del Real Madrid, que si llega a ser del Atleti ni te cuento.