"Oleada de criticas a Iglesias por el ataque a El Mundo", titula. "El líder de Podemos intenta denigrar al periodista Álvaro Carvajal en un acto en la Complutense". Hoy los columnistas de este periódico se vuelcan en defender al periodista vilipendiado. Dice el editorial que "Iglesias se mostró durante un breve intervalo como verdaderamente es y no como suele aparentar". Pues no sé chicos, yo le veo siempre igual, un prepotente impresentable. "Lo que el discurso de Iglesias refleja es una intolerancia patológica a la libertad de expresión". Iglesias tiene una intolerancia patológica a todo lo que no se ajuste a lo que piensa él. Por ejemplo a Ferreras le tolera de maravilla. Antonio por aquí, Antonio por allá. "Lo que desea Iglesias es el halago desmedido de los medios y no entiende la crítica porque posee una desmesurada autoestima". Y seguidamente, el medio cuyo periodista acaba de ser vejado públicamente y con ensañamiento por este despotilla, destaca el "talento y carisma" del líder de Podemos. Lo que pasa, dice el editorial, es que "su vertiginosa ascensión le ha hecho perder el sentido de los límites". No parece que sea el día de buscar cualidades al individuo. A lo mejor se creen que por bailarle el agua va a dejar de meterse con sus periodistas. Victoria Prego, que además de columnista de El Mundo es presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, se cae del guindo y ve la "verdadera cara" de Pablo Iglesias. Pues sí que ha andado despistada. "El señor Iglesias sueña con instaurar en nuestro país el Ministerio de la Verdad". Bueno, de SU verdad. "Lo que sucede es que al señor Iglesias no le agrada todo lo que se publica sobre él o sobre su partido. Y como no le agrada, se lanza a escarnecer públicamente a un periodista hasta extremos intolerables, porque lo que afirma allí el señor Iglesias es que este periodista miente cuando informa sobre Podemos con el objetivo de seguir cobrando un sueldo de su periódico". Pues que se vayan preparando, porque la fiesta acaba de empezar.
Federico Jiménez Losantos señala a los culpables de esta situación. "Las bases reales del poder de Podemos son dos: el poder municipal que les regaló Pedro Sánchez a cambio de la satisfacción de quitárselo al PP y las televisiones del PP (...) Todas las televisiones del PP, como valientemente ha denunciado Ussia en La Razón, están al servicio de Podemos: La Sexta y la Cuatro a la cabeza, Tele 5 y A3 en la cola; amén de TVE hasta Telemadrid, regalada al rojerío sindical". "Con la pinza PP-Podemos y la memez de Snchz pueden llegar al poder". Federico, por Dios, piensa en los delicados del corazón.
El País abre con Ausbanc. "El Poder Judicial justifica que los jueces cobren de Ausbanc". No obstante, también hace una referencia en portada a la última sobrada del podemita. "Iglesias critica a los periodistas por 'hablar mal' de Podemos". Hay que tenerla de cemento armado, con al menos una cadena entera a su servicio. "Ataques a la prensa como el que ayer lanzó Pablo Iglesias son propios de regímenes muy distintos a aquellos en los que se basan las sociedades avanzadas", dice el editorial. Cuando lo lea Iglesias se va a tronchar. A él con estas memeces remilgadas. El podemita "aprovechó para denigrar a los periodistas". "Jaleado por el público -universitarios que quizá podrían tener una valoración más crítica de semejantes bravuconadas- y arropado por parte de su guardia pretoriana, iglesias llegó a decir que buena parte de los periodistas que siguen a Podemos están obligados a hablar mal de ellos porque así son las reglas del juego". Está tan chalado que no entiende que haya alguien que le critique voluntariamente. "Ya no es un tertuliano televisivo, sino un diputado, y a un representante público se le ha de exigir respeto hacia todos y no sólo hacia sus seguidores, algunos de los cuales, por cierto, deberían dejar de comportarse como una hinchada. Iglesias no entiende ni lo que es ni dónde está". Pues mira, sí que lo entiende. Se cree el rey del mambo y que vive en un país que le aplaude sus formas pendencieras y camorristas. Por algo será.
ABC se resigna. "Los candidatos ya no quieren negociar". El editorial avisa al PSOE, por si no se habían dado cuenta. "Podemos e IU buscan hundir al PSOE". "El principal desafío" de Pedro Sánchez "será que el PSOE no sea superado por una extrema izquierda populista rendida a Iglesias, una vez que Garzón le ponga en bandeja un millón de votos. El golpe al socialismo sería brutal, y el castigo, irreversible. Su destrucción ha sido el juego favorito de Iglesias dese el 20-D (…) Iglesias y Garzón están preparando la agonía del PSOE en complicidad de ambiciones". En el pecado lleva la penitencia, Pedro Sánchez. Jaime González responde a Iglesias y sus periodistas felpudo. "Qué sarcasmo, el hijo pródigo del oligopolio cargando contra el padre, cuánta ingratitud, Pablo; qué manera de morder la mano que te dio de comer. ¿Quién, sino el oligopolio, te dio la oportunidad de estar donde estás? (…) Ese oligopolio os ha dado a vosotros lo que no nos dará nunca a los periodistas felpudo. Si los periodistas felpudo hubiéramos podido expresarnos con la cuarta parte de la libertad que te han dado a ti, te garantizo que no nos verías con cara de miedo. Como para no tenerlo. Es una reacción natural si se tiene en cuenta que quienes nos han privado del derecho a la información no son amigos nuestros, sino vuestros. Nunca antes ningún partido disfrutó como el tuyo de la connivencia del periodismo felpudo". Y sabe bien de lo que habla Jaime, contertulio en Cuatro.
La Razón, periódico hermano de La Sexta, se cura en salud llevando el editorial a su portada. "Iglesias no puede amordazar a la prensa". No vaya a ser que les salpique algo. "El peor Iglesias reapareció y esta vez dirigió su soberbia contra los compañeros (…) Horas después se disculpó en Twitter pero el verdadero Pablo ya había hablado". Ladrado, diría yo. Recuerda Marhuenda el posado del fin de semana en La Vanguardia y dice que "comprendemos que ese formato sea el que le guste a este político con experiencia periodística en una cadena de televisión pagada por Irán". Por favor, Marhuenda, no nos hagas reír. Todos sabemos cuál es la experiencia periodística real de Pablo Iglesias.
La Vanguardia dice que "Rajoy no llamará a Sánchez ni intentará ser investido". Hala, vamos a elecciones y que Dios reparta suerte, la vamos a necesitar.