El pasado 17 de marzo los vecinos del pequeño pueblo de Abánades en Guadalajara amaneció con un sentimiento de desasosiego e impotencia. Unos ladrones habían desvalijado viviendas, bares, naves y hasta el propio ayuntamiento. Los cacos llegaron a mover un coche dentro de una nave para acceder a otro vehículo que era el que realmente buscaban. Todo sucedió durante una noche sin que ningún vecino se diera cuenta. Es más, según el relato de los afectados, llegaron a robar dentro de algunas casas donde los propietarios estaban durmiendo sin que éstos se enterasen.
Este lunes el alcalde del pueblo, Luis Miguel Foguet, ha contado en Es la Tarde de Dieter cómo fue lo sucedido, aunque, como confesaba, "si te digo la verdad no sé cómo pudieron hacerlo. Nosotros vivimos aquí y no escuchamos nada. Había gente viviendo al lado de donde robaron y tampoco se enteró. Hasta incluso el del bar vive en la misma vivienda donde robaron y tampoco se enteró".
Según su relato, "entre las 7:30 y las 8 de la mañana nos enteramos". Se trata de una localidad en la que no suman más de 30 vecinos en invierno, de los que cuatro fueron desvalijados mientras dormían. Otras muchas viviendas estaban vacías, ya que son vecinos que cuentan con otras viviendas en "Guadalajara, o en Alcalá".
El alcalde Foguet ha destacado que echan de menos algo más de protección por parte de la Guardia Civil ya que "hay una patrulla" pero cubre una extensión muy amplia de terreno, con muchos pueblos. Por otro lado, también lamenta la impunidad con la que operan este tipo de bandas de ladrones, que saben que aunque los detengan, tardarán poco en salir en libertad.
Otro de los elementos destacados es el de los contadores de la luz que las compañías instalan en estos pueblos, donde una pequeña luz led de color rojo advierte de que no hay ningún aparato eléctrico funcionando, es decir, que la casa está vacía.
Por último, el alcalde ha deseado que "si por lo menos tuviéramos alguna noticia de que han cogido a alguien estaríamos más tranquilos".