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Rajoy evita los asuntos incómodos y se lanza a por el votante de Rivera

Maroto pide más democracia interna y Cospedal replica que el PP "tiene que reafirmarse en quién es su candidato". Ni una palabra sobre corrupción.

Maroto pide más democracia interna y Cospedal replica que el PP "tiene que reafirmarse en quién es su candidato". Ni una palabra sobre corrupción.
Rajoy, de precampaña en Alicante, un día después de su despacho con el Rey. | Tarek.

Mariano Rajoy lleva semanas de precampaña, cogiendo el AVE y recorriéndose España para reactivar al partido de cara a unas segundas elecciones que él consideró inevitables prácticamente desde el principio. Aunque, hasta este miércoles, no se había desplazado a la Comunidad Valenciana, epicentro de disgustos para el PP pero todavía un importantísimo caladero de votos. Isabel Bonig, la actual líder regional, llevaba tiempo reclamando la foto, clave para ella ante el pulso que mantiene con Rita Barberá y sus concejales afines.

En Alicante, Rajoy practicó una jornada de campaña al uso. Acto de partido, breve paseo en el que se hace cuantas fotografías le reclaman y, en esta ocasión, visita al museo arqueológico de la ciudad. Ante los suyos, llamó a recuperar al votante que en diciembre se inclinó por "la nueva política". "Por fortuna, estos cuatro meses han servido para que los españoles les conozcan más", recalcó, y puso en la diana de nuevo a Ciudadanos: "Intentó hacer presidente al secretario general del PSOE asumiendo su programa electoral".

El plan de acción, de momento, parece claro: vincular a Albert Rivera con Pedro Sánchez, y confiar en que el votante de centro-derecha dé en esta ocasión la espalda al partido naranja. Si bien, fuentes del equipo de dirección reconocieron que están en "pleno debate" sobre la estrategia a seguir, tal y como informó este diario. Por su parte, las dudas se disipan con respecto al líder socialista. Rajoy fue durísimo: "Es un sectario de colosales proporciones", aseguró, en relación a su intención de acabar con las reformas del PP.

Una vez más, Rajoy sacó pecho de su manejo de los tiempos, y de no haber caído en la "ansiedad" durante estos cuatro meses difíciles para el PP. "Hemos hecho lo que teníamos que haber hecho. Sin alharacas, sin dar espectáculos y sin engañar a nadie", recalcó. De hecho, avisó de que su forma de proceder no cambiará tampoco ahora. "Si alguien quiere que continúe el espectáculo, la farsa o la comedia de enredo, con nosotros que no cuente", dijo ante los portavoces de su partido en las distintas Cámaras de representación.

Visto lo visto, Rajoy reconoció que lo que quería es que se abrieran de nuevos las urnas. "Es mejor repetir elecciones que un gobierno a la valenciana como el que pretendían algunos. Eso era mucho peor para España", señaló. Y, de lleno ya en la campaña, prometió que será "propositiva", en línea con lo reclamado por el Rey Felipe, y centrada en los problemas de los españoles. "Lo demás no nos interesa", sentenció. Además, pidió a los suyos que sigan al pie del cañón ya que, según precisó, tienen mayor responsabilidad por ser miembros del PP. "Siempre hemos dado la cara, en algunas ocasiones nos la han partido, pero seguimos aquí y vamos a seguir haciéndolo en el futuro".

Nada sobre la corrupción

Durante su intervención, nada dijo sobre corrupción, a pesar de su reaparición en la comunidad Valenciana. En las víspera, dos vicesecretarios generales, Javier Maroto y Pablo Casado, reclamaron al Comité de Derechos y Garantías de su formación que se dé prisa en citar a Barberá y que decida lo antes posible si la expulsa de la formación. Miembros de Nuevas Generaciones también mostraron su frustración por este asunto el pasado domingo. Pero Rajoy, una vez más, guardó silencio, amén de que diera su plácet para que la otrora alcaldesa siga en la Diputación Permanente de la Cámara Alta. "Si es imputada, se le suspenderá cautelarmente de militancia", es lo más que se afirma, en fuentes de la dirección.

No fue el único asunto espinoso que esquivó Rajoy. En una entrevista en la SER, Maroto reclamó más democracia interna en la formación. "Creo que, como todo en la vida, hay que ir dando pasos. Yo voy a decir sí", afirmó, no sin precisar que él es partidario de incrementar "todos los elementos de participación" en el partido para elegir a su líder y a sus candidatos. "No es una opción, es una obligación", llegó a decir, aunque sin aclarar en qué momento se han de acometer los cambios.

Oficialmente, el PP no celebrará su postergado congreso hasta después de las elecciones, por lo que Rajoy será el candidato sin votación de por medio y las listas las confeccionará su equipo, como ha ocurrido siempre. Por si cupieran dudas, María Dolores de Cospedal, que también intervino en el acto de Alicante, enfatizó que el PP "tiene que reafirmarse en quién es su presidente y candidato", del que elogió que durante este incierto periodo haya estado lanzando mensajes "de sentido común, esperanza, tranquilidad y confianza".

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