Podemos e Izquierda Unida han fijado su meta para el próximo 26 de junio: dar el sorpasso al PSOE. Los líderes de ambos partidos se han mostrado convencidos de que, esta vez, sí que van a llegar a un acuerdo y tienen a sus secretarios de Organización, Pablo Echenique y Adolfo Barrena, con las manos en la masa para cerrar el pacto, siempre, eso sí, con el control de estas conversaciones por parte de Pablo Iglesias y Alberto Garzón, que se encuentran en permanente contacto.
Pero, a menos de dos semanas para que termine el plazo de formación de coaliciones, el acuerdo aún no está cerrado debido a los "puntos importantes que separan a ambas formaciones". Y, ¿cuáles son estos "puntos" que separan a ambas formaciones? Los puestos, el dinero y las siglas.
Las listas electorales
Las últimas encuestas, en las que IU está experimentando un leve crecimiento, han dado alas a sus dirigentes que presionan a Podemos para ocupar puestos de salida en algunas provincias. Alberto Garzón había reclamado en estos días un puesto por Madrid en las listas aunque Pablo Iglesias ya ha dejado claro que no obtendrá el número tres, porque está reservado para Íñigo Errejón (los números pares son para mujeres, ya que son listas cremallera).
Tras conocer estas declaraciones, Garzón ha rebajado el tono asegurando que las listas electorales forman parte de la negociación con el partido de Pablo Iglesias pero es "un elemento secundario"
Aunque desde IU precisan que la renuncia de su número uno a un puesto de salida no saldrá gratis. Piensan pedir a cambio unas buenas posiciones en otras circunscripciones clave como Andalucía. El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, ya ha advertido en varias ocasiones que la "confluencia" debe tener en cuenta la fuerte implantación y representación institucional que tiene IU en su comunidad.
Siglas
El tema de las siglas es otro de los escollos para cerrar este pacto. Podemos ya se rindió a la evidencia de las matemáticas y cedió en el punto de formar una coalición estatal, algo a lo que se negaba hace unos meses. Desde IU, en un primer momento, avanzaron que estarían dispuestos a renunciar a sus siglas en la papeleta electoral, pero ahora, reivindican que el acuerdo "refleje su identidad propia y garantice su visibilidad" tanto en la campaña electoral, como posteriormente en el Congreso. Por eso, este tema "aún no está cerrado".
Lo de la campaña, en cambio, está prácticamente solucionado ya que se pretende hacer por separado aunque no se descarta que se puedan celebrar "escasos" actos conjuntos.
Dinero
La cuestión económica es otro de los asuntos que traen de cabeza a los dos partidos y uno de los puntos que ya frustraron las primeras negociaciones para el 20 de diciembre. Izquierda Unida tiene a sus espaldas una deuda millonaria y quiere asegurarse que será compensado por los votos que aporte a esta coalición.
Plazo
El plazo para conformar una coalición, que acaba el próximo 13 de mayo, tampoco ayuda a cerrar un acuerdo sólido y reposado, con todos los flecos cerrados.
Esta semana será definitiva ya que Podemos e IU se han fijado cerrar la coalición antes del domingo. Además, Pablo Iglesias se ha comprometido a consultarlo en un referéndum con sus bases. IU, por su parte lo está haciendo entre estos 2, 3 y 4 de mayo, y lo hace sin que se conozcan los detalles del acuerdo con la pregunta "¿Apruebas una coalición electoral con Podemos y otras fuerzas?".
Con otras formaciones
Y mientras se buscan las soluciones a estos problemas, la voluntad de dar el sorpasso al PSOE hace que Podemos baraje también la posibilidad de incorporar a la alianza otras formaciones como a los nacionalista MÉS, en Baleares; la Chunta Aragonesista o, incluso, el Partido Animalista, con los que han iniciado las conversaciones, pero, por ahora, les han rechazado.