Francisco Granados tiene la autorización judicial para comparecer personalmente en la Asamblea de Madrid ante la comisión de investigación que busca responsabilidades políticas en tramas de corrupción. El presunto líder de la Operación Púnica, exconsejero de la Comunidad de Madrid y exsecretario general del Partido Popular en Madrid, ya intervino el pasado 22 de abril para dar explicaciones sobre el llamado caso Espionaje. Entonces lo hizo por videoconferencia desde la cárcel de Estremera donde permanece desde octubre de 2014, de la misma forma que hace diez días al hilo de los supuestos desmanes en la Fundación Arpegio.
Aquel interrogatorio duró poco más de cinco minutos; puesto que Granados alegó que, una vez levantado el secreto de sumario que pesaba sobre la Púnica –la Fundación Arpegio constituye una pieza separada– él no disponía de la documentación que sí manejaban los grupos parlamentarios que formulaban las cuestiones. Por lo tanto, no se podía defender en igualdad de condiciones. La presidenta de la Comisión de Investigación –de Ciudadanos–, que había desoído la solicitud de aplazamiento previa del político encarcelado sin consultar a los demás partidos, finalmente tuvo que atender a razones.
Una vez autorizada la comparecencia en persona por el juez de instrucción de la Operación Púnica, la decisión definitiva depende del director de la cárcel de Estremera. Si este pronuncia una resolución afirmativa, Francisco Granados saldrá de prisión una año y medio después para intervenir en la misma Asamblea de Madrid en la que desempeñó sus cargos como político autonómico.
El PP, "más cera que la oposición"
En la primera citación para hablar sobre el caso Espionaje, Granados argumentó "nadie" espiaba "a nadie" mientras estuvo al frente de sus responsabilidades en el Ejecutivo regional. Dijo que "todo esto era una absoluta falsedad y un montaje". Sobre la Púnica, manifestó que él "jamás ha metido la mano en la caja". "He dado lo mejor de mí mismo por esta comunidad autónoma y por este partido", añadió antes de declararse "inocente".
En aquella ocasión ya recalcó que lleva año y medio en prisión sin saber de qué se le acusa, por lo que ha considerado "gravemente" lesionados sus derechos y se ha declarado "maltratado por el estado de derecho". En su intervención, Granados se quejó amargamente de la actuación de sus compañeros de partido ante su entrada en prisión. La oposición, confesó Granados, se ha dedicado a "dar cera" contra él, "como es su obligación", mientras que los del PP, "pensando que les va a dar votos", se ponen "a dar más de lo que da la oposición".