

Así son los dos solares que mantienen en vilo a varias familias por su vivienda
El solar de Raimundo Fernández Villaverde 50, en el centro de Madrid y las cocheras de Metro de Madrid, ubicadas en la zona de Cuatro Caminos, son dos de los terrenos sobre los que muchos coperativistas han depositado todos sus ahorros e ilusiones.
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En su momento de mayor apogeo en estas istalaciones trabajaban más de 2000 personas dedicadas a la reparación y puesta a punto de los vagones de metro de Madrid.
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Una vista general del solar donde se ubica la cochera de Metro de Madrid en la zona de Cuatro Caminos.
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Un paseo por el interior de las cocheras de Cuatro Caminos dan cuenta del deterioro de estas instalaciones, situadas en una zona rodeada por centenares de pisos.
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Muchos de estos edificios, ahora ruinosos, en su día albergaron peluquerías o diversos servicios para los empleados del metro de Madrid.
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El deterioro y abandono es notable en muchas partes de las instalaciones de estas cocheras.
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Conectadas con la línea 6 de metro de Madrid, las cocheras de Cuatro Caminos, mantienen una pequeña parte de sus funciones y trabajos.
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El interior de una de las naves de las cocheras de Metro de Cuatro Caminos.
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Una de la líneas de metro dentro del recinto de las cocheras, ahora en completo abandono y deshuso.
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El interior derruído de una de las casas ubicadas en el interior del la cochera de Metro de Cuatro Caminos.
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En el interior de una de la naves se puede distinguir una cabina de más de cien años de antigüedad, de color verde y a la derecha, además del aspecto de deterioro del mismo.
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Durante las largas horas de espera hasta que llega el siguente tren de metro para su revisión o descanso, prácticamente los únicos trabajadores que permanecen en las intalaciones son el personal de seguridad.
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El óxido y deterioro en varias de las puertas de acceso a las naves.
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Bobinas de cableado eléctrico depositadas en medio de las intalaciones y de fondo algunas de las naves industriales que en su día mantuvieron un ritmo frenético de trabajo.
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Restos oxidados y olvidados de señales o carteles indicativos de estaciones de metro de Madrid.
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El túnel de conexión entre la estación de Cuatro Caminos y las cocheras es una de las zonas por las que "muchos grafieteros suelen entrar para realizar sus pintadas", según uno de los trabajadores.
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Un cartel con información sobre el metro y varios restos tirados por el suelo.
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La entrada para el personal y los trabajadores de la cocheras de Metro Cuatro Caminos, en Madrid. David Alonso Rincón
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Así sería el proyecto de Residencial Metropolitan una vez terminado
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Vista general de las instalaciones ubicadas en el solar de la calle Raimundo Fernández Villaverde 50 en Madrid.
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Una de las puertas protegidas por verjas y vigiladas por varias cámaras de seguridad que se encuentran en el solar de la calle Raimundo Fernández Villaverde 50, en Madrid.
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Patio principal del cuartel del Ejército en la calle Raimundo Fernández Villaverde en Madrid.
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Una de las calles en el interiro del recinto que comunica los diferentes edificios.
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El estado de las antiguas instalaciones militares situadas en Raimundo Fernández Villaverde es absolutamente ruinoso
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Vista desde la puerta al interior de uno de los edificios; es casi imposible la entrada por motivos de seguridad
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La hierba y la maleza ha crecido sin control en algunas partes del recinto.
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Papeles tirados por el suelo, paredes desconchadas denota la falta de mantenimiento en el interior de las instalaciones.
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Algunas columnas del muro permanecen sujetas con unas barras de hierro para evitar su desplome.
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Una vieja y abandonada mesa de ping pong en la parte trasera de uno de los edificios.
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En una puerta permanece colgado un viejo dibujo de una mujer.
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El edificio principal de la Dirección General de armamento y material perteneciente al Ministerio de Defensa.
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Estado de abandono en el interior de uno de los edificios del cuartel de armamento y material perteneciente al Ministerio de Defensa
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En el suelo, uno de los focos del sistema de alumbrado ha sido arrancado.
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El edificio y su solar sí tiene algún inquilino de carne y hueso.
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Dos viejas cabezas de proyectil permanecen en la puerta de entrada de la Dirección General de armamento y material perteneciente al Ministerio de Defensa.
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Así quedaría el proyecto de Residencial Maravillas una vez terminadas las obras
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