En el momento en que comenzaban a flaquear sus esperanzas, al PSOE le ha venido la fortuna a ver con un nuevo escándalo en el PP. "Es repugnante, están haciendo tambalear los cimientos del Estado de Derecho", clama indignado un responsable electoral del PSOE a Libertad Digital que pasa rápidamente de los reproches éticos a las rentabilidades electorales. "Esto va a tener un coste para el PP".
Creen en la dirección federal que "el PP ha dinamitado la campaña" que "se ha acabado" y le auguran un retroceso en votos similar al crecimiento en encuestas que han experimentado en la campaña, del entorno del 28,5% a superar la barrera del 30%. Cierto es que en Ferraz no saben si conseguirán rentabilizar este escándalo pero lo que quedó claro este miércoles es que no escatimarán esfuerzos para impedir que sean sólo los nuevos quienes se vean beneficiados por un nuevo capítulo de las cloacas del Estado que también ha salpicado al PSOE demasiadas veces en el pasado.
De ahí, la grandilocuencia de un candidato, Pedro Sánchez, que recomendó a Mariano Rajoy pasar del "Jorge, sé fuerte" a "Jorge, estás cesado" y que intentó, siguiendo su propia estrategia, arrebatarle la oportunidad a Podemos de sacar rédito electoral: "Lo que no podemos hacer es pasar de lo malo a lo peor, solucionar un problema con otro. No podemos quitarle el control de los jueces y espías al PP para dárselo a Podemos. Yo no aspiro a controlar a los aparatos del Estado", clamó a voz en grito Pedro Sánchez aprovechando el último balón de oxígeno que podría tener en su carrera política.
Por eso pidió, desde la caseta de Los Jardinillos en Albacete, "un voto limpio y seguro para el PSOE" como única solución al "Gobierno de la corrupción del PP. Porque Rajoy es un problema para la democracia que los barones vamos a resolver". Echó el resto su telonero, Emiliano García-Page. Uno de los barones más díscolos con Sánchez que ayer se esmeró en pedir el voto para el líder del PSOE: "Os pido ayuda", entonó solemne, "os pido que apoyemos a Pedro de manera cerrada" dijo quien más disgustos ha generado en Ferraz por sus ofensivas junto a Susana Díaz.
Apoyo de Page al candidato del PSOE y en contra "de los ministros subterráneos que nos escuchan". "El PP vende resignación, ya sabemos de qué escuchas hablan. Espero que presente dimisión aunque queden tres días. ¡Es repugnante!".