A pesar de que el Reglamento del Congreso de los Diputados dice que en ningún caso pueden constituir grupo parlamentario separado los diputados que pertenezcan a un mismo partido y tampoco aquellos que, al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado, las confluencias de Podemos se empeñan en pedirlo.
Este viernes ha sido el turno de la alianza valenciana del partido morado. Los nueve diputados de Podemos, Compromís y EU de esa comunidad han registrado su petición para conseguirlo, aunque las expectativas de lograrlo son escasas.
Su portavoz, Joan Baldoví, ha asegurado que vería "una auténtica provocación" que la Mesa facilitara el grupo a Convergència (CDC) y no a ellos.Y ha pedido que sean "flexibles" con el Reglamento y no "estirarlo" para unos casos sí y para otros no.
Tienen unos días para pensarlo
En enero, la alianza valenciana de Podemos renunció a registrarse como grupo por el miedo a que sus diputados acabasen en el Mixto si la Mesa les negaba esa opción. Pero ahora, el Congreso ha dado unos días de plazo para que quienes lo deseen puedan volverse al grupo de Unidos Podemos.
Y esto es lo que sucederá si les deniegan el grupo: los cuatro diputados de Podemos volverán al grupo de Pablo Iglesias junto con el de Esquerra Unida, mientras que los otros cuatro de Compromís, encabezados por Joan Baldoví, se marcharán al Mixto.
Por su parte, los catalanes de En Comú Podem y los gallegos de En Marea barajan también intentarlo ya que es una de sus promesas electorales y tendrían la oportunidad posterior de volverse al grupo confederal de Podemos. Aunque aún no han decidido lo que harán y se encuentran estudiando las diferentes opciones.
Mientras tanto, los diputados de Izquierda Unida, al igual que los de Equo, ni se plantean separarse de Podemos. Menos ahora que se ha sabido que Alberto Garzón será uno de los portavoces adjuntos del grupo.