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Page se suma a Vara al pedir un Comité Federal pero no un cambio de postura

Piden un debate interno para ratificar el "no a Rajoy". Ferraz sostiene que "sigue vigente la resolución del 28 de diciembre". 

Empiezan a salir del ostracismo, pero sólo a medias. Los barones que tantas semanas han permanecido en silencio sin dar señales de vida en público, pero muy activos en privado, empiezan a asomar la patita mostrando parcialmente sus intenciones. Tras el extremeño, Guillermo Fernández Vara, este jueves ha sido el manchego, Emiliano García Page, quien ha dado un paso al frente para pedir nuevamente una convocatoria del Comité Federal que debata la situación.

Sin embargo, la paradoja radica -como en el caso de su compañero extremeño-, en que no solicita un cambio de postura, pasar de la negativa a la abstención, para justificar la convocatoria del máximo órgano entre Congresos.

En declaraciones en Castilla-La Mancha, Page ha asegurado que la posición del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez "es coherente con lo aprobado en el Comnité Federal" del PSOE pero que "nosotros tenemos derecho también a ir madurando nuestras propias posiciones en función de las muchas circunstancias que están pasando en España que son desconocidas".

Y, en este sentido, se ha enmarcado en el escenario posterior a las elecciones gallegas y vascas, que "pueden cambiar las cosas o puede ser determinante, aunque sólo sea por la posibilidad de hablar". Page ha abogado por ir "paso a paso en este batiburrillo político electoral en el que puede pasar un poco de todo".

Pero ante la negativa a un cambio de postura Ferraz descarta esta reunión federal ya que, recuerdan,"sigue vigente la resolución del 28 de diciembre" en la que el Comité Federal fijó tres líneas rojas sobre el PP, los independentistas y Podemos si no abandonaba el referéndum en Cataluña. La dirección socialista huye de poner el foco en el PSOE en un momento en el que "el único responsable de no conseguir Gobierno es Mariano Rajoy" y considera que la estrategia de los críticos es precisamente la de colocar a Pedro Sánchez en el ojo del huracán para forzar un cambio de postura sin necesidad de pedirlo abiertamente, de tal manera, que eviten el coste ante sus respectivas agrupaciones territoriales.

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