Emplea Diego Cañamero un discurso tremendista y nostálgico del 15-M, parco en adjetivos y –al menos en apariencia– que le sale del alma. Su verdad va a su misa. Este lunes, durante la "Semana Cultural Vallekana 2016", el diputado de Unidos Podemos ha pedido que la gente recupere "las plazas y las calles, que esos sean nuestros parlamentos" y ha mostrado su incomodidad ante las manos tendidas al PSOE por parte de los líderes de la formación morada, como Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.
Cañamero jugaba de local –"cuando vengo al Congreso, me quedo en casa de Víctor y en la iglesia de San Carlos Borromeo"– en el "Ateneo Republiano de Vallekas", entre carteles de cantaores flamencos –Chamo Lobato, José Menese, Enrique Morente…– y de "paellas republicanas", mientras en la barra servían una cerveza llamada Pasionaria. Tras la presentación inicial, el diputado contó que se metió a la cosa "por el tema de Andrés Bódalo", a quien encarcelaron "por luchador y para criminalizar nuestra lucha".
El exlíder sindical se puso lírico y describió el Congreso como un lugar donde "hay mucha paja y poco grano; mucha tierra seca sin lluvia". Acto seguido, justificó la gran presencia en la Cámara de las formaciones mayoritarias: "¿Por qué les votan? Porque controlan los medios de comunicación, la policía, la justicia, los tertulianos...". "El capitalismo y la burguesía compran los partidos. Para evitar eso, estos deben estar controlados por el pueblo, vertebrados en los barrios, los distritos… Sin la participación de abajo, no cambiamos nada: ni con Podemos, ni con Ganemos, ni con Izquierda Unida...", añadía.
A Cañamero le amarga ir al Congreso –"una vez que entro, estoy deseando salir e ir a Jaén a visitar los círculos"–, aunque asume a regañadientes que es "ahí donde se hacen las leyes". Eso sí, a juzgar por lo escuchado este lunes, si hay algún ente político que al diputado andaluz le exaspera e indigna es el PSOE, partido al que, en su opinión, "se está intentando rehabilitar"; cuyos miembros, "cuando terminan sus carreras políticas, acaban en Endesa, Gas Natural, los bancos, y algunos, sí, algunos, hasta de secretarios generales de la OTAN"; que "ha estado 22 años en el poder" y que los ha desaprovechado, no haciendo las cosas que a él le hubieran gustado, etc.
Cañamero ha señalado que al PSOE "le han dado dos coscorrones grandes", en Galicia y en el País Vasco, porque "se parece mucho al PP". Justo después, mientras enumeraba las distintas posibilidades que pudieran darse en el ecosistema político actual para evitar las terceras elecciones –"creo que no las va a haber; habrá un chanchullo"–, señalaba la siguiente: "Que once diputados del PSOE se abstengan. Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha quieren poner a Susana Díaz, la Rita Barberá de Andalucía".
Finalmente, preguntado por qué le parecía un posible pacto entre Podemos y PSOE, Cañamero señalaba que "enredarte con un partido que forma parte de la troika y la corrupción, porque en Andalucía, estos años, ha habido mucha corrupción, a nosotros –Unidos Podemos– nos perjudica". "Es como cuando rehabilitas a un psicópata", añadía, para después concluir: "Entiendo que a mucha gente le parezca lo menos malo, pero a mí me costaría mucho, pero que mucho, ese pacto". El exlíder del SAT no es ni de Springsteen ni de Coldplay, sino de El Cabrero.