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La escalofriante confesión del descuartizador de Pioz

Patrick Gouveia Nogueira aseguró que asesinó primero a su tía y a sus primos para hacer daño a su tío.

Patrick Gouveia Nogueira aseguró que asesinó primero a su tía y a sus primos para hacer daño a su tío.
Imagen del matrimonio asesinado en Pioz, Guadalajara. | Archivo

El diario La Razón da a conocer este sábado la escalofriante confesión del descuartizador de Pioz, que tras volver de Brasil confesó su cuádruple crimen. Patrick Nogueira aseguró que asesinó primero a su tía y a sus primos para hacer daño a su tío, al que acuchilló después de llevarle a la cocina para que viera la masacre.

Patrick Nogueira llegó a España para vivir con su tío después de acuchillar a un profesor en Brasil. Al padre de la familia no le convencía tenerlo en casa y la convivencia con él no era fácil por su mal comportamiento.

Cuando su tío y su familia se mudaron a Pioz, le anunciaron a Patrick que le tocaba encontrar un lugar donde vivir, algo que, explica La Razón, se tomó como una afrenta personal. Fue entonces cuando comenzó a planear su crimen: "Quería que él viese lo que les había hecho, que fuera consciente y sintiese un dolor profundo", explicó a los investigadores.

El 17 de agosto compró dos paquetes de bolsas de basura industriales,un cuchillo y cinta americana y se desplazó en autobús hasta el chalé de Pioz. "¿Qué haces por aquí?", preguntó Janaina a su llegada. "He venido a comer con vosotros", replicó él.

Comieron todos juntos y después siguió a la madre de la familia a la cocina y la atacó por la espalda. "A partir de ahí juro que tengo un vacío. No me acuerdo de nada. No sé cómo maté a los niños. Soy incapaz de recordarlo", explicó Patrick en su declaración. "Lo siguiente que recuerdo es que estaban los tres muertos en la cocina".

Después, llegó el padre de la familia a la casa. "Vente conmigo para la cocina que aquí los tienes a los tres", le pidió a su tío. Marcos le siguió y fue cuando vio a toda su familia asesinada. Entonces, Patrick le atacó con un cuchillo. Se defendió, forcejearon, pero finalmente su sobrino acabó con su vida. "No quería matarlos, pero tengo un problema en la cabeza", trató de justificarse delante de los investigadores y de su abogado de oficio. "Me puede el instinto asesino. Se me mete dentro y no puedo frenarlo. Me posee una ira incontrolable".

"Descuarticé a Marcos y Janaina porque no podía trasportarlos enteros ni meterlos en las bolsas. Fue una cuestión instrumental", explicó. "Los embalé a todos, los dejé en la habitación más próxima a la puerta para llevármelos al día siguiente y luego limpié toda la casa. Cuando acabé, me di una ducha y me eché a dormir un rato".

Por la mañana decidió que los enterraría, "pero me encontré con un problema. ¡Los cuerpos pesaban mucho! No tenía fuerzas ni para cargarlos de uno en uno. Se me ocurrió usar el carrito del bebé para trasladarlos a los campos de alrededor, pero salir seis veces con una bolsa verde y pasar por delante de la garita de seguridad llamaría mucho la atención. Le di muchas vueltas al asunto tratando de encontrar la respuesta. Lo mejor haberlos cargado en un coche y llevármelos, pero no sé conducir". Como no encontró la forma de sacarlos del chalé, desistió. Se llevó las llaves de la casa por si se le ocurría cómo deshacerse de ellos, regresar y encargarse de los cuerpos. Nunca volvió al domicilio. Con el paso de los días los cadáveres fueron descomponiéndosey un vecino se percató del mal olor.

Los agentes de la UCO y de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Guadalajara consiguieron acumular los suficientes indicios como para no tener ninguna duda sobre la autoría. Encontraron su ADN en la cinta americana de una de las bolsas en las que se envolvía uno de los cuerpos, su teléfono móvil lo situaba en la antena de Pioz y en el abono de trasporte quedó reflejada la hora de su llegada a la casa de sus tíos y la de regreso.

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara ratificó este viernes la prisión provisional incomunicada y sin fianza para Nogueira por dos delitos de homicidio y dos de asesinato tras confesar el cuádruple crimen de Pioz.

Dicen los que le han visto que Patrick no está apesadumbrado. "Está ausente, como si no le importase nada. Su abogado de oficio pidió que lo sometan a un profundo examen para determinar su imputabilidad. Dependiendo de su nivel de enajenación se sentará en el banquillo o irá directamente a un psiquiátrico.

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