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El ático de Armengol en un palacete y el crédito hipotecario que lo hizo posible

Francina Armengol reservó un piso de lujo de una promoción de su novio. Una reserva que contribuyó a facilitar el crédito para el negocio.

Francina Armengol reservó un piso de lujo de una promoción de su novio. Una reserva que contribuyó a facilitar el crédito para el negocio.
Francina Armengol, archivo | EFE

La presidenta de Baleares, la socialista Francina Armengol, farmacéutica de profesión, firmó la reserva de un piso, un ático de lujo en un palacete de Palma, en septiembre de 2012 sin conocer el precio final del apartamento que reservaba y que terminaría de adquirir a principios de 2013, en plena crisis por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Se trata de un piso de 500 metros cuadrados que terminaría costando más de un millón de euros y que estaba situado en un inmueble protegido, un antiguo palacete, que había sido promovido por una sociedad participada por su novio, Joan Nadal, quien había adquirido el edificio por más de dos millones de euros. Nadal creó una empresa ad hoc para rehabilitar este edificio y se lo compró a la caja balear Sa Nostra, quien avaló el crédito.

Finalmente, Armengol desistió de la compra de la vivienda porque, según dijo, el proyecto final resultante no fue de su interés.

Preguntada en una primera ocasión por su implicación en el negocio inmobiliario de Joan Nadal, Armengol negó cualquier relación con el inmueble, pero el pasado mes de septiembre, el diario El Mundo destapó la trama al publicar el contrato de reserva del piso firmado de puño y letra por Armengol.

Cuando se interrogó sobre este asunto en 2015, Armengol lo negó todo. "No intervine en absolutamente nada", dijo cuando se le preguntó si había tenido algo que ver en la compra por parte de Nadal del palacete señorial gracias a un aval de Sa Nostra en plena crisis inmobiliaria, cuando el acceso al crédito era prácticamente nulo.

Tal y como publicó el diario El Mundo, Armengol firmó junto a Joan Nadal, su pareja, dos contratos, con los que se disponía a comprar el ático de 500 metros cuadrados en el histórico edificio que, además, estaba protegido por su valor arquitectónico e histórico y que está situado en la calle Sant Crist de Palma.

Este martes, el diario El Mundo ampliaba esta información y añadía que cuatro personas del entorno familiar y personal de Armengol –entre ellas la madre de su novio– firmaron, como ella, contratos de reserva idénticos al suyo.

Es decir, que además del piso de Francina Armengol, habría otras cuatro interesadas en comprar en este antiguo palacete que terminaría constando de nueve viviendas y 10 plazas de aparcamiento. Así, se aseguraba antes de iniciar las obras que tendría vendido más del 50% de la promoción final. Una garantía documental más que sobrada para dar viabilidad al negocio de cara a obtener el crédito de Sa Nostra. Es más, poco después de constituir el crédito fue refinanciado hasta los 6,8 millones mediante una novación y una ampliación del crédito hipotecario.

Es decir, que esa gran operación inmobiliaria de su novio en plena crisis fue financiada gracias a un crédito que se concedió ante la preventa de la mitad de la promoción representada por los contratos de reserva de pisos de Armengol, y familiares y allegados. Todo, pese a que Armengol negó en su día haber favorecido de manera alguna a su novio para obtener los avales, créditos y refinanciaciones necesarias para comprar y rehabilitar este palacete en una de las zonas más pujantes de Palma de Mallorca. Y pese a que renunció a la compra del ático en el momento de formalizar la adquisición.

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