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"Suspiros" por Javier Fernández: con Pedro Sánchez se acaba el diálogo y volveremos a elecciones

Hoy asistimos al enésimo numerito de esos que tanto gustan a los separatistas catalanes desde que Mas abrió los brazos a lo Moisés.

Hoy asistimos al enésimo numerito de esos que tanto gustan a los separatistas catalanes desde que Mas abrió los brazos a lo Moisés.
Javier Fernández. | EFE

El Mundo titula con unas declaraciones de Mas sobre el 9-N. "Lo volveríamos a hacer". Y otro editorial sobre el desafío separatista. "Con su tono altivo y desafiante, Artur Mas aprovechó su comparecencia de ayer para reafirmar su inadmisible actitud de desobediencia a la Justicia". "Mas pretende que la defensa de su delirante proyecto soberanista esté por encima de la ley, razón por la cual debería ser inhabilitado para volver a ejercer un cargo público", a ver si es verdad. "A partir de hoy, las fuerzas independentistas intentarán convertir el juicio a Mas, Ortega y Rigau en una agresiva ofensiva contra el Estado, ante la que éste no puede ceder. Tanto el tribunal que los juzga como el gobierno han de mantenerse firmes y acabar con esa situación insostenible que ha durado ya demasiados meses". ¿Meses? Lleva años. Van a acabar por matarnos de aburrimiento. Federico Jiménez Losantos llama a las puertas de Ciudadanos. "En Cataluña, tierra de Rivera y solar histórico de C's, sucede algo que ni Montesquieu ni nadie pudo prever y a los que, tras los fastos congresuales, el líder de Ciudadanos debe enfrentarse, porque debe y porque si no lo hace él, nadie lo hará. Desde el origen del Estado autonómico, a la Generalidad catalana se le fue entregando un poder no sujeto a la ley del que abusa clamorosamente. El poder que de forma fraudulenta se dio a la Generalidad la ha convertido en un alien abocado a destruir España o ser destruido por ella, porque tiene una sola razón de ser: liquidar el orden constitucional y fundar su propia ley en el abuso de poder. Los gobiernos de Madrid concedieron ese poder a la Generalidad y se reservaron acudir a la ley si se excedía. Y tanto, tantísimo se ha excedido que el ejecutivo debería actuar. Pero no se atreve. Si Rivera se atreviese, España, como Lázaro, podría levantarse… y andar". Menudo marrón le acabas de endosar a Rivera, Federico. Raúl del Pozo se emociona porque Pedro Sánchez le respondió a una llamada de teléfono. "Soy Pedro Sánchez. Me quedé agilipollado porque yo le he dado mucha caña". No es para tanto Raúl, el muchacho es educado y, además, necesita altavoces para su no es no.

El País dice que "Mas intenta usar su juicio para impulsar el independentismo ". Hoy le toca el día de atizar al separatismo. En la misma página en la que Vidal Folch sentenciaba la semana pasada que Mas no era un delincuente, dice hoy Lluis Bassets que "si no es legal, no es democrático. No se puede ser independentista y demócrata cabalmente y estar a la vez a favor de este proceso como lo han diseñado Mas y sus amigos. El independentismo decente, que existe, no puede ni debe avalar este golpe de mano". No concreta quiénes son los independentistas decentes. Como siempre, este periódico quiere sorber y soplar al mismo tiempo.

ABC dice que "El FMI pone el foco sobre los derroches autonómicos". El editorial comenta una encuesta que dice que Patxi López es "el preferido por los votantes socialistas seguido de Sánchez" y que a Susana no la quiere nadie. ¿Patxi por encima de Pedro? ¿Después de votar a favor de la abstención a Rajoy? No se lo creen ni ellos. ABC tiembla. "La idea insuflada a los militantes del partido durante la etapa de Pedro Sánchez ha calado y ahora cunde en las bases socialistas la animadversión visceral hacia el PP". ¿Ahora? "Sánchez es el candidato de la rabia socialista frente al PP (…) Los datos de la encuesta demuestran que López y Sánchez han colocado al PP en el centro del debate socialista, convirtiendo la actitud de la gestora del partido en un examen de lealtad a los principios socialistas. Este planteamiento, entre sectario y maniqueo, puede hacer que el PSOE cierre su proceso de debate interno peor de como lo empezó, apostando de nuevo por llevar a España a la inestabilidad política, forzando nuevas elecciones y alimentando a Podemos". Vuelta a empezar. Dice el periódico que en el PP lloran por las esquinas. "La época de diálogo constructivo puede que se acabe en unos meses y en Moncloa suspiran por la marcha de Javier Fernández". ¿No hay forma de convencer a este señor de que se presente a las primarias?

La Razón dice que "una empresa del 3% multiplicó por 81 su facturación en la etapa de Mas". Dice Marhuenda que "la Generalitat se ha puesto al servicio de una movilización ofreciendo la posibilidad de que los funcionarios puedan cogerse el día libre para acudir a la manifestación, un método que, para definirlo sin recurrir a ningún eufemismo, definiremos como propio de los regímenes totalitarios. ¿Pretenden presionar sobre la decisión de los jueces? Se equivocan", dice muy convencido. No habría que descartarlo, hasta ahora los separatistas han ganado siempre. "El estado de derecho debe demostrar que funciona con plena libertad de ejercicio". Antonio Martín Beaumont cuenta cómo están las cosas en Podemos. "Alerta por altercados en Vistalegre. Iglesias, preocupado por si no son capaces de garantizar la seguridad en las gradas. La batalla entre pablistas y errejenistas ha alcanzado tal nivel" que están preocupados porque la cosa desemboque en "enfrentamientos entre los simpatizantes" de uno y de otro. A lo mejor sería conveniente llamar a los antidisturbios como en los partidos de fútbol de alto riesgo.

La Vanguardia dice que "el juicio del 9-N abre una etapa de efectos inciertos". Y una de esas frases tontas de Mas. "Nos querían arrodillados y nos hallaron de pie". ¿De verdad que no le da vergüenza soltar esas chorradas a este señor? Joaquín Luna dice que hoy es un "día negro" para Cataluña. "La fractura está garantizada (…). Reaparecen los autocares, símbolo del franquismo y se insta a los funcionarios a coger un día libre para hacer la pelota al jefe y manifestar la adhesión inquebrantable a la causa, marcando así a los compañeros que acudan al trabajo. Si no es un tic totalitario apaga y vámonos". Qué suerte que les haya caído en lunes. Seguro que más de uno ha aprovechado para cogerse puente por la cara.

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