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Ochenta soldados desatan la cólera separatista en Gerona

Los ayuntamientos de Celrá y Gerona se quejan de la presencia del Ejército en sus términos municipales.

El anuncio de una "marcha de endurecimiento" de ochenta soldados en el macizo de las Gavarras, en la provincia de Gerona, ha generado un fuerte malestar en las alcaldías de la propia Gerona y Celrá. En la capital de la provincia, la alcaldesa convergente Marta Madrenas ha calificado el hecho de "irresponsabilidad" mientras que en Celrá, donde gobierna la CUP, el alcalde Dani Cornellà, considera el ejercicio una "provocación".

Esta semana, ambos ayuntamientos recibían una notificación procedente del acuartelamiento Álvarez de Castro, en San Clemente Sasebas, en la que se informaba de que este lunes está prevista la presencia de ochenta soldados en el macizo de las Gavarras, que comprende términos de los citados municipios.

La alcaldesa Madrenas, de marcado perfil antiespañol, alega que la zona es muy transitada por excursionistas y deportistas y mandó un burofax al delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, en el que le instaba a suspender las "maniobras" en nombre de la "operación diálogo". En un tono muy severo también advirtió de que hace responsable al Ejército y al Estado de "cualquier accidente o incidente" que se pueda producir.

En una línea parecida se ha expresado el alcalde de Celrá, quien afirma además que lo del lunes "es un nuevo paso vinculado al proceso y destinado a atemorizar a los pueblos donde se aprueban mociones que no les gustan". Se refiere Cornellà a un bando de su ayuntamiento en contra de la presencia de militares en la localidad.

Aunque se desconoce el recorrido que harán los soldados, la CUP ha convocado una contramarcha a primera hora de la mañana en la zona donde suponen que se llevarán a cabo las prácticas, en la zona del castillo de San Miguel. Cualquier cosa que pase, como ya dijo Madrenas, será culpa del Ejército. Los "excursionistas" partirán de Celrá y de Gerona. Por la tarde, otra convocatoria. En este caso una concentración delante del Consistorio de Celrá para exigir la "retirada" de los militares.

Romeva y una intervención militar ya en 2012

La ofensiva política contra el Ejército va en paralelo a la agudización del proceso y ha proporcionado pintorescas situaciones. En sus tiempos de eurodiputado, el ahora "minister" de la Generalidad Raül Romeva, se llegó a quejar en una pregunta parlamentaria de que unos aviones habían sobrevolado a baja altura una zona rural de Lérida. Corría octubre de 2012 y Romeva sostuvo que había "indicios" para temer una intervención militar en Cataluña.

Los últimos encontronazos políticos han sido liderados por la alcaldesa Ada Colau, con el acompañamiento de la Generalidad. Están en contra de la presencia de los militares en el Salón de la Enseñanza o en el de la Infancia. Colau también ha protestado por las marchas militares en la sierra barcelonesa de Collserola.

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