La Fundación Villacisneros y la Fundación Valores y Sociedad han celebrado este lunes, en el Auditorio de la Fundación Mutua, la mesa redonda "El fortalecimiento del coraje cívico en la defensa de España" –dentro del ciclo coordinado por María San Gil "El necesario fortalecimiento de España"-. Al acto, moderado por Ana Velasco Vidal Abarca, acudieron políticos como los populares Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja o José María Álvarez del Manzano, o el líder de VOX, Santiago Abascal.
El primero en intervenir fue el presidente de Sociedad Civil Catalana, Mariano Gomá. Arquitecto de profesión, dijo que, desde su asociación, "estoy ayudando a apuntalar Cataluña y estoy ayudando a seguir construyendo España". Reivindicó que, desde sus "20.000 miembros", representan "a la gran mayoría del pueblo catalán" y que los independentistas "no tienen la voluntad del pueblo": "La voluntad del pueblo es la de mantenerse catalanes y españoles".
La siguiente en exponer fue la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, quien dijo que "la mejor manera de defender un país es proteger valores que no tienen nada que ver con ser de derechas o de izquierdas", sino con "defender de una vez por todas la lucha por la libertad, a secas". "El terror, cuando ha sido ejercido, como el de ETA, de un modo selectivo, conduce a una sociedad a corromperse, a abrazar la cobardía. Esa misma libertad que el terrorismo de ETA secuestró durante décadas, ha sido secuestrada ahora en el norte de España", añadió.
Ordóñez señaló que "parte del mundo de ETA dice hoy que lamenta lo sucedido, pero esa actitud se vuelve cínica e hiriente cuando no va acompañada de una condena al terrorismo", y que derrotar a la banda terrorista es "poner nombre y apellido a quienes ganaron a golpe de sangre y fuego este país. Que la juventud vasca, cuando escuche el nombre de un etarra, sienta lástima y no orgullo". La presidenta de Covite dijo que su asociación "jamás ha luchado por las víctimas del terrorismo, sino por la dignidad de un país. Covite se enfrenta a los radicales en las calles del País Vasco y Navarra para defender la libertad de todos los que estáis aquí sentados". "Es hora de que la sociedad civil pase de estar a favor del coraje cívico a ser coraje cívico", agregó.
Acto seguido, el presidente de Círculo Balear, Jorge Campos, denunció que "un tercio de España", incluido Baleares, "está sufriendo las consecuencias de un nacionalismo totalitario". Defendió que el tema lingüístico "es importante, porque es el instrumento que utiliza el nacionalismo periférico para imponerse" y, dirigiéndose a los asistentes, dijo que si "todos los que están aquí se ponen en serio, y los nacionalistas tienen los días contados".
"Hasta aquí hemos llegado"
Por su parte, Dolores Agenjo, la directora del centro público Pedraforca de Hospitalet de Llobregat que, "desde la orfandad de su despacho en el instituto", se negó a entregar las llaves del centro a propósito de la consulta secesionista del 9N, dijo que, en los últimos cuarenta años, "el nacionalismo crecía y crecía mientas el Estado desaparecía de Cataluña" y lamentó el "silencio" por miedo a que "te etiqueten, te clasifiquen, por entrar en una lista negra". "Poco antes del 9N, por lo menos, yo me dije: hasta aquí hemos llegado. Está en juego la dignidad de las personas. No puede ser que te utilicen como un escudo humano para tapar su cobardía. No puede ser que quieran organizar un acto ilegal y quieran simular que eres tú, la directora del instituto de un pueblo, la que organiza ese acto en un instituto. Por dignidad, yo tenía que decir no", declaró.
Agenjo dijo que no se arrepiente de su decisión –"A pesar de que ahora soy una oveja descarriada que debe estar en todas las listas negras que ha elaborado Santi Vidal y todos los comisarios políticos, a pesar de las amenazas y los deseos de muerte, sé que hay gente que se siente representada por mí"- y preguntó "dónde está el Gobierno": "A veces, uno se desanima mucho cuando el resto de España se cansa con el problema catalán. ¡Por favor, que no les canse! ¡Es el problema de España!".
Ortega Lara y "el yugo del islam"
José Antonio Ortega Lara dijo que España debe afrontar tres desafíos: los nacionalismos periféricos, el islamismo y la indiferencia. Sobre los primeros, la víctima de la banda terrorista ETA dijo que "ha llegado el momento de aplicar el imperio de la ley, que es el pilar fundamental de todo Estado de derecho en una sociedad democrática. Sin ley no puede haber democracia"; sobre el yihadismo, señaló que "en Europa y España hemos venido ignorando todas las señales de peligro. Vivíamos muy bien confinados en nuestra burbuja de cristal" –"Ya va siendo hora de que afrontemos el problema, de que llamemos a las cosas por su nombre. España debe tener buena relación con todos los países, incluso con los musulmanes, pero dentro de los principios de reciprocidad y respeto mutuo. (…) Nuestros antepasados lucharon durante ocho siglos para liberar a España del yugo del islam", añadió al respecto-, y, finalmente, refiriéndose a la apatía, reivindicó que "España pertenece a quienes lucharon en la Reconquista, a quienes forjaron un gran imperio, a quienes lucharon en la Guerra de la Independencia, en Villacisneros y a quienes vendrán después de nosotros. (…) Tenemos la obligación de legarla en mejores condiciones que la recibimos a las generaciones que vendrán".
El último en intervenir fue el presidente de Empresaris de Cataluña, Josep Bou: "Durante demasiado tiempo, los empresarios catalanes, unos por comodidad, otros por falta de libertad y otros por temor o cobardía, se han mostrado silentes, ausentes de cualquier escena social y política, de compromiso".
Bou recordó que "todos los grandes personajes que han rodeado a Jordi Pujol han sido procesados y condenados por chorizos" y criticó que "los políticos separatistas no están por la idea de la Ilustración, sino de la iluminación": "Después de haber escuchado a mi paisano Homs, cuyos antepasados, como los míos, que eran carlistas, decir que si a él le condenan será el fin del Estado… Oigan, esto es miserable". Finalmente, mostró denuncias a empresarios por no rotular en catalán, ya sea una palabra, ya sea sí en el exterior, no en el interior, amén de unas cuantas amenazas del estilo "Vente a vender a Madrid la porquería de tus productos". El acto terminó a las nueve en punto.