
El Juzgado de lo Penal 1 de Huelva ha condenado a seis meses de cárcel al propietario de al menos diez perros a los que cortó orejas y rabos, sin ninguna asistencia veterinaria y sin sedarlos, para prepararlos para la caza mayor.
Se trata de la primera sentencia de los juicios derivados de la operación Ears, que se saldó con las 32 detenciones de seis veterinarios y 26 cazadores en la provincia de Huelva por realizar mutilaciones a perros.
Según ha informado a Efe fuentes judiciales, el Juzgado ha considerado que esta persona es responsable de un delito de maltrato animal doméstico y le impone, además, un año de inhabilitación especial para el ejercicio de oficio, profesión o comercio relacionado con animales.
En cualquier caso, la pena de seis meses de cárcel podría quedar suspendida si finalmente el condenado realiza un curso de protección de animales.
El acusado procedió por sí mismo, sin ninguna asistencia veterinaria, ni sedarlos de alguna forma a cortar las orejas (otodectomía) y los rabos (caudectomía) a una decena de perros. Dicha operación, habitual para perros de caza, debe realizarla un veterinario anestesiando a los animales y extremando el cuidado para evitar daños sobre todo en la columna vertebral. El acusado la realizó en vivo, sin suturar ni limpiar debidamente las heridas.
El día 10 de noviembre agentes del Seprona inspeccionaron el lugar y al ver el estado de los animales, con heridas en "carne viva", infecciones y larvas vivas, muestras de dolor y rehusando el contacto humano, denunciaron los hechos.
A consecuencia de las lesiones y examinados los perros por el veterinario de la OCA de la Sierra Occidental el 6 de febrero de 2015, se comprobó la absoluta incorrección de lo realizado, las heridas, cicatrices e infecciones de los animales, como la mayoría presentaban incontinencia urinaria por la caudectomía y uno de ellos dolor crónico a la palpación por posible neuroma.