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Por qué Ciudadanos tiene difícil lograr un adelanto electoral en Murcia

La relación de los dirigentes del PSOE y Podemos con sus respectivas direcciones dificulta que apoyen esa opción.

La relación de los dirigentes del PSOE y Podemos con sus respectivas direcciones dificulta que apoyen esa opción.
El secretario general de Ciudadanos. José Manuel Villegas, el pasado viernes en Barcelona. | EFE

La iniciativa de Ciudadanos para ahormar una moción de censura "instrumental" en Murcia, con el compromiso previo de que el nuevo presidente convoque inmediatamente elecciones, está encontrando el rechazo frontal de PSOE y Podemos, las dos formaciones políticas más beneficiadas de una eventual caída de Pedro Antonio Sánchez y el Gobierno regional del Partido Popular.

Pese a todo, Albert Rivera intenta poner toda la carne en el asador para convencer a la izquierda murciana de unas elecciones anticipadas como mejor solución a la crisis. Prueba de ello es la inusual comparecencia este domingo ante los medios, en la sede central del partido naranja en la madrileña calle de Alcalá, del secretario general José Manuel Villegas, quien ahondaba en la distancia con el Gobierno murciano y con el partido que lo sostiene: "Tener un presidente imputado por corrupción, incumplir los pactos firmados, incumplir el compromiso que ese presidente había adquirido con los ciudadanos de Murcia de dimitir en caso de que fuese imputado por el caso Auditorio, incumplir la Ley de transparencia de la región, está llevando a una crisis institucional que ni Murcia ni los murcianos se merecen".

Villegas se mostraba dispuesto a "retomar" el acuerdo con el PP que ya dieron por roto hace semanas si los populares sustituyen a Pedro Antonio Sánchez al frente de la presidencia. Al mismo tiempo, aseguraba que al PSOE "le han podido las ganas de coger la poltrona" y volvía a esbozar la idea de una moción instrumental: "Nuestra opción sigue siendo que se convoquen elecciones. Para ello hablaríamos con el PSOE, que creemos que ha presentado una moción de censura de forma precipitada. No se puede presentar una moción sin contar con los apoyos para aprobarla, porque eso supone quemar un cartucho". Según el Estatuto murciano, de fracasar una moción de censura, no se podría volver a presentar otra en el plazo de un año, lo que la invalidaría prácticamente para la presente legislatura, dado el horizonte de las nuevas elecciones autonómicas en 2019.

Pero las intenciones de Ciudadanos chocan con dos realidades. Por un lado el cierre de filas del PP, al más alto nivel, con su barón murciano, y por el otro la situación de los dos partidos de la izquierda murciana, cuyos dirigentes tienen fuertes razones para no querer unas elecciones inminentes.

En el PSOE murciano son pedristas…

Una de las posibles explicaciones a este bloqueo político por parte del PSOE es la debilidad de su secretario general, Rafael González Tovar, caracterizado voluntariamente como claro partidario de Pedro Sánchez.

González Tovar es padre de la diputada en el Congreso María González Veracruz, una de las colaboradoras más próximas de Pedro Sánchez e integrante de su Ejecutiva hasta que los barones socialistas forzaron su dimisión. Precisamente con ella mantuvo un encuentro la semana pasada el propio Villegas. Además de este vínculo personal, el secretario general del PSRM-PSOE ha hecho alarde de su apoyo a Pedro Sánchez desde que el ex líder socialista anunció su decisión de concurrir a las primarias del partido, una actitud que ha suscitado fuertes críticas en el seno de la organización de Murcia al entender muchos de sus dirigentes que los cargos orgánicos deben hacer gala de una necesaria neutralidad.

A mediados del pasado mes de enero, este resquemor de parte de los dirigentes socialistas se convirtió en toda una rebelión, con manifiesto público incluido. Ocurrió a raíz de que González Tovar hiciera unas declaraciones en un medio regional en las que anunciaba que si Susana Díaz decidía dar el paso para concurrir a las primarias, tendría "enfrente una candidatura fuerte". Pesos pesados del socialismo murciano como la dirigente del PSOE de Cartagena (y próxima alcaldesa, en virtud del acuerdo de investidura para repartirse la legislatura con el cantonalista Movimiento Ciudadano) Ana Belén Castejón así como algunos alcaldes importantes y miembros de la Ejecutiva, rechazaron las palabras de González Tovar y lo acusaron de generar "crispación" y "enfrentamientos estériles".

La venganza de los críticos del secretario general del PSOE de Murcia fue invitar hace diez días a Susana Díaz a un mitin, el primero tras decidir que iría a las primarias, que la presidenta andaluza dio en celebrar precisamente en Cartagena.

González Tovar, uno de los políticos más veteranos de la región de Murcia, podría estar ante la última posibilidad de alcanzar la presidencia de la Comunidad Autónoma. Su compromiso con Pedro Sánchez le pone en una situación delicada, que podría desembocar en su salida de la primera línea de la política en caso de que Susana Díaz se haga con el poder del PSOE. Eso explicaría que el secretario general del PSOE de Murcia quiera una moción de censura, pero para alzarse con la presidencia y agotar la legislatura, no para convocar inmediatamente elecciones como pretende la formación naranja.

y en Podemos, errejonistas

Oscar Urralburu, secretario general de Podemos en la región de Murcia, no lo tiene mejor que su homólogo socialista. Urralburu, pamplonés de nacimiento, llegó a Murcia en 1995 tras aprobar unas oposiciones de profesor de la ESO. Más tarde se convirtió en liberado sindical y en las pasadas elecciones fue elegido candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad Autónoma. Unas elecciones a las que a punto estuvo de no poder concurrir porque, para sorpresa de propios y extraños, Urralburu seguía censado en Navarra veinte años después de residir en tierras murcianas. El aludido sostuvo que lo había hecho por motivos "sentimentales", sin que el trato favorable de la fiscalidad foral hubiera tenido nada que ver en su decisión.

Sea como fuere, Urralburu se empadronó en Murcia cinco días después de expirar el plazo previsto por la Ley, pero la Junta Electoral admitió su recurso y finalmente pudo encabezar la candidatura morada en las pasadas elecciones de 2015.

El secretario general de Podemos en Murcia es también un destacado errejonista. Urralburu estuvo desde el primer momento vinculado al adversario de Pablo. Pero no sólo él. Los otros cinco diputados regionales -Podemos cuenta con seis escaños en el parlamento autonómico- también apostaron por Errejón, junto con la práctica totalidad de los secretarios de área autonómicos, los secretarios municipales de Murcia y Cartagena, y las concejalas en el ayuntamiento de Murcia Alicia Morales y Ángeles Micol.

Unas nuevas elecciones autonómicas supondrían probablemente la salida de la política de todos ellos. No es de extrañar que tampoco en el partido morado haya encontrado Ciudadanos un aliado para llevar adelante esta moción de censura instrumental. Al igual que el PSOE, su apuesta es un nuevo gobierno autonómico en el que, con seguridad, disfrutarían de una importante parcela de poder.

Tanto en el caso de los socialistas como en el de los dirigentes de Podemos, alcanzar poder institucional les reforzaría en sus respectivas formaciones ante liderazgos, el posible de Susana Díaz y el de Pablo Iglesias, que no les son favorables.

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