La comisaría de la Vía Layetana de Barcelona es una de las pocas instalaciones de las que todavía dispone la Policía Nacional en Cataluña. El vetusto edificio, propiedad del Estado, fue domicilio particular y hotel en la Exposición Internacional de 1929 antes de ser reconvertido en la sede de la Comisaría de Orden Público de la Generalidad durante la Segunda República. Desde entonces, el edificio del número 43 de la Vía Layetana ha sido destinado a usos policiales. En la actualidad, alberga la Jefatura Superior de la Policía Nacional, destinada exclusivamente a tareas de administración.
La intención del equipo de gobierno que encabeza Ada Colau es colocar una placa en la fachada que recuerde las torturas durante el franquismo. Si, como es previsible, el Gobierno se opone a dicha instalación, el Ayuntamiento colocará un plafón en la calle justo delante de la entrada, habitualmente custodiada por uno o dos agentes de la Policía Nacional, lo que podría implicar notorios problemas de seguridad.
La excusa del Ayuntamiento para instalar la placa es la remodelación de la Vía Layetana y el particular plan de memoria histórica del partido de Colau, Barcelona en Comú. Los "comunes" ya han eliminado la plaza del Rey Juan Carlos, que ahora se denomina Cinco de Oros, como fue conocido durante la República el cruce de la Diagonal con el paseo de Gracia. También han retirado el busto del monarca emérito del salón de plenos.
Ahora y tras la polémica exhibición y destrucción de la estatua ecuestre de Franco decapitado, Colau pretende "señalizar" la Jefatura Superior de Policía para ilustrar a los ciudadanos sobre la función del edificio durante el franquismo. Tampoco se oculta la intención de invitar a la Policía Nacional a desalojar la instalación.
Se da la circunstancia que una antigua comisaría de la Policía Nacional en el barrio de Gracia cuya titularidad es del Instituto Municipal de la Vivienda es ahora un local en manos de los okupas tras una cesión de uso por parte del Ayuntamiento.