El pasado mes de marzo, la Policía Nacional cerró su investigación sobre un grupo de taxistas habituales del aeropuerto de Sevilla, taxistas beligerantes con las propuestas de organización del servicio por turnos y con la competencia de empresas dedicadas al transporte de viajeros en la capital sevillana. Como consecuencia, fueron 27 los taxistas imputados por cuatro delitos: daños, coacciones, amenazas y pertenencia a organización criminal.
Sevilla no es la única ciudad donde se produce un grave conflicto entre los taxistas y empresas competidoras, pero es donde se han producido los incidentes más graves, con el incendio de nueve vehículos este mismo martes durante la celebración de la Feria de Sevilla. El conflicto data de 2013 cuando la Fiscalía promovió una investigación por incidentes de agresión que fue archivada.
Esto es, se había detectado que entre los taxistas sevillanos existía lo que se conoce popularmente como la "mafia" del taxi, como la llamó el ex Defensor del Pueblo de Sevilla, José Barranca, si bien otros la consideran el sindicato "solidaridad" del taxi. A esta mafia es a la que se atribuye la quema de nueve vehículos de la empresa de transporte Cabify que tuvo lugar en la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos, donde había alquilado una finca para el descanso de sus conductores.
Todos los imputados pertenecían a una Asociación llamada precisamente "Solidaridad del Taxi" presidida por Enrique Filgueras. No ha sido éste el primer incidente de cuidado porque el conflicto interno entre los taxistas sevillanos creció y se hizo muy grave en el Aeropuerto de Sevilla.
Precisamente, hay dos frentes en la batalla por el transporte de viajeros del aeropuerto de Sevilla y la Estación del AVE de Santa Justa. Uno, ya era la empresa Cabify, que alquila coches con conductor y que es considerada "intrusista". El otro, los acuerdos alcanzados por otro sector del taxi de Sevilla que procuraba ordenar de un modo no aceptado por los imputados la situación del servicio de taxis en el Aeropuerto sevillano.
En sus terminales, se producían dos tipos de ataques. Unos, destinado a las empresas de transporte de viajeros en coches de alquiler privados. De hecho, las empresas de este sector emergente han presentado ya más de treinta denuncias durante 2017.
Los ataques consistieron, y se ha contado profusamente en la prensa sevillana, en tirar huevos y piedras, golpear los coches con objetos para deteriorar sus carrocerías, rociar con ácido las pinturas, rayarlos y pinchar las ruedas, entre otros procedimientos.
Otros ataques son los pinchazos de ruedas y atentados contra los coches de sus propios compañeros de sector que pactaban la recogida de viajeros con los que había contratado el servicio al margen de la "mafia" y su organización del servicio en las paradas.
Por poner un ejemplo sonado, el presidente sevillano de la asociación Foro Taxi Libre, Juan Martín Caparrós, sufrió en su propio domicilio un ataque consistente en el volcado de excrementos en la fachada de su casa y la palabra "judas" escrita en la pared.
Es más, Caparrós y la junta directiva de la asociación que presidía tuvieron que dimitir por la situación de acoso sistemático después de admitir, como solución posible al conflicto interno en el aeropuerto de Sevilla un sistema de turnos rotatorios, igualmente posible en la estación de Santa Justa.
El Ayuntamiento negaba hasta hace poco el conflicto
Aunque cuando un político es imputado se le obliga a dimitir con formas más o menos abruptas, a los taxistas sevillanos imputados se les han mantenido las licencias y no se ha modificado el régimen autoritario impuesto por la Asociación Solidaridad del Taxi en el aeropuerto de Sevilla.
Es más, el delegado de Movilidad y Seguridad del gobierno municipal, Juan Carlos Cabrera, ha negado que haya conflicto alguno en el sector del taxi, negativa desmontada ahora por la quema de los nueve vehículos de Cabify en la noche de ayer.
Los únicos intentos de resolver los conflictos han procedido el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que impulsó, ya en 2002, un sistema de turno en las paradas del aeropuerto. Incluso Ciudadanos ha defendido esta solución que no es aceptada por los taxistas implicados.
Cabify, la empresa de transporte de viajeros en coches alquilados con conductor, que opera en Sevilla desde el año pasado, reclama al Ayuntamiento de Sevilla una implicación coherente en el conflicto que les permita trabajar sin sufrir constantes agresiones y amenazas.
Naturalmente, la empresa ha sufrido importantes daños materiales originados únicamente por el intento de un sector de taxistas de acabar con la competencia que han introducido en el transporte de viajeros.
De momento, el alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, se ha limitado a condenar la quema de nueve turismos de la empresa de Vehículos de Transporte Concertado (VTC) pertenecientes a una empresa dedicada al alquiler de coches con conductor.
Espadas, se recoge en agencias, ha explicado que la investigación de la Guardia Civil está abierta y que han pasado "muy pocas horas" del suceso como para tener "datos concluyentes". "Me consta que la investigación está en marcha y lo que hay que hacer es una condena absoluta y radicalmente en contra de este tipo de hechos, que constituyen delitos graves", ha añadido.
Añadió que, en su opinión, debe caer "todo el peso de la ley" en aquellos que quieren "violentar" el trabajo de otras personas "por mucho que se estén produciendo situaciones que estamos viendo de competencia, que entendemos que debe ser una competencia leal y con todo el mundo cumpliendo las normas".
Lógicamente, el alcalde Espadas ha comentado el perjuicio que estos incidentes tienen para la Feria de Sevilla, "un escenario de escaparate mundial como la Feria" y se proyecta una imagen "que no se corresponde con la realidad, al ser Sevilla una ciudad segura y tranquila por la que se puede pasear a todas horas".
La Federación Española del Taxi (Fedetaxi), que representa al 70 por ciento de los taxistas españoles, ha condenado de forma "clara y contundente" los "actos violentos" registrados contra nueve turismos pertenecientes a una empresa de alquiler de coches con conductor, los conocidos como vehículos de transporte concertado (VTC), en el marco de la Feria de Abril de Sevilla, recoge Europa Press.