Mariano Rajoy irá el 26 de julio a las 9:30H a declarar como testigo de la Época Primera del caso Gürtel (1999.2005). Y, lo más importante: de acuerdo con la resolución del Tribunal que enjuicia esta pieza separada, la principal de la trama, tendrá que desplazarse físicamente hasta el polígono industrial de San Fernando de Henares (Madrid) donde se celebra la vista oral. Dos de los tres magistrados que componen la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional han desestimado el criterio del presidente del Gobierno, que había solicitado mediante un escrito la comparecencia a través del modelo de videoconferencia.
Julio de Diego y José Ricardo de Prada recuerdan que Mariano Rajoy "no comparece como presidente del Gobierno sino como ciudadano español" en calidad de testigo por hechos que se están juzgando en ese Tribunal en razón a los cargos que tenía en el Partido Popular y "en un acto que se enmarca en la normalidad democrática y del estado de derecho". Se comprometen a adoptar "cuantas medidas sean necesarias para preservar su imagen institucional, testificando en estrados" en la forma determinada.
El jefe del Ejecutivo alegó motivos de seguridad y eficiencia. Ambos jueces entienden que las razones dadas por Rajoy "ni son consistentes ni tampoco son razones que impidan al testigo acudir" al plenario.
En primer lugar, "el Tribunal no acierta a entender en qué consiste el despliegue importante de recursos públicos" que alega el presidente "únicamente por el hecho de tener que desplazarse el testigo 18 kilómetros hasta la citada localidad. En cuanto a las eventuales medidas de seguridad que Rajoy considera desproporcionadas, el testigo "no indica cuales serían ni mayor motivación o aclaración, cuando la seguridad de la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares cuenta con mayores garantías que otras empresariales o institucionales de la Comunidad de Madrid donde ha protagonizado actos y reuniones en otras ocasiones".
Por último, Rajoy hizo referencia a la intensa actividad dentro y fuera de España. "Sin embargo, ello no es óbice para su comparecencia ante el Tribunal en la fecha elegida por el testigo precisamente en función de su agenda, además el tiempo empleado será el mismo de una manera u otra.
Voto particular
La misma Sala estimó el 19 de abril la comparecencia como testigo de Rajoy que había solicitado ADADE. El presidente del Gobierno solicitó el 12 de mayo que la práctica de prueba se realizara por videoconferencia, siendo las fechas más adecuadas el 26 o 27 de julio.
La comparecencia de los testigos ante el Tribunal "siempre ha sido y es una comparecencia física", aunque debido a los avances técnicos no se descarte el interrogatorio por videoconferencia. No obstante, el Tribunal Supremo estableció que el sistema tradicional es "solo sacrificable cuando concurran razones que, debidamente ponderadas, puedan prevalecer".
El tercero en discordia, presidente del Tribunal, es Ángel Hurtado, que ha emitido un voto particular contra la resolución de sus compañeros. Como ya sostuvo en el auto que admitió a trámite la propuesta de la acusación particular ADADE para que Rajoy compareciera como testigo –donde también emitió un voto particular–, observa el método de la videoconferencia como el más adecuado para la declaración del jefe del Ejecutivo. Entiende que la condición institucional del testigo era suficiente para acudir al mismo, como ocurrió con Artur Mas en la causa del cerco al Parlamento catalán, y que esta decisión tendrá notables efectos mediáticos.