Dos horas y treinta y cinco minutos de reunión frente a los apenas diez minutos que duró su anterior encuentro. Un primer síntoma de que este sexto despacho entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez fue mejor de lo que esperaban ambas partes. A pesar de la falta de sintonía de los protagonistas, el deshielo en las relaciones pareció claro. "Por lo menos, tenemos diálogo", constataron, satisfechos, en Moncloa. Ante las cámaras, aparecieron relajados y sonrientes.
Al término del encuentro, y aunque no estaba previsto inicialmente, el portavoz del Ejecutivo compareció pasadas las 2 de la tarde para congratularse por la "coincidencia en lo sustancial" con el PSOE. Y esto es: el referéndum es ilegal y no puede celebrarse. Un frente común que se concretará en un "contacto permanente" entre el jefe del Ejecutivo y el líder del PSOE sobre Cataluña, en palabras de Íñigo Méndez de Vigo. "La prioridad es declarar inaceptable ese referéndum de secesión y la violación sistemática y constante de la Constitución y las leyes", se reafirmó, desde la Moncloa.
Por su parte, desde el PSOE, Margarita Robles hizo lo propio en el Congreso de los Diputados para valorar el encuentro como una reunión "útil y muy cordial" y para aclarar que "el Gobierno no ha puesto encima de la mesa el artículo 155 de la Constitución" que conllevaría la suspensión de la autonomía de la comunidad. "Entiendo yo en que a lo mejor no está en la cabeza del Gobierno aplicar el 155 ", dijo la portavoz socialista, pese a que "Pedro Sánchez ha aprovechado para pedirle mesura al Gobierno" a cuenta de las últimas voces del ejecutivo el PP en este sentido. "Esa solución -el 155- nunca sería procedente ni el PSOE la apoyaría", avisó Robles.
Sánchez no se quedó en el respaldo al Ejecutivo y solicitó a su interlocutor "más vías de diálogo" con la Generalidad. En concreto, le instó a que se reúna con Carles Puigdemont, extremo que el presidente calificó de difícil, según las fuentes consultadas.
Ante lo que consideran una actitud inmovilista del Ejecutivo, el líder del PSOE presentó a Rajoy una serie de iniciativas legislativas, entre las que se encuentra abrir el melón de la reforma constitucional. Robles no quiso desvelar el contenido de esas iniciativas pero aseguró que "el presidente del Gobierno se ha comprometido a estudiarlas y a darnos una respuesta". "Vamos a analizar esas propuestas, pero somos muy cautos en todo lo que se refiere a una reforma de la Constitución", precisaron fuentes gubernamentales.
Sea como fuere, satisfacción de ambas partes por el compromiso de mantener una comunicación "fluida" pese a las "diferencias que se han puesto encima de la mesa". Según Méndez de Vigo, se evitó entrar en el capítulo económico donde la distancia entre Rajoy y Sánchez es total. Por el contrario, hubo muchas coincidencias en política exterior.